EE UU pone fin al programa de recogida de datos telefónicos

La reforma de la Ley de vigilancia de la NSA, aprobada este domingo, obliga al Gobierno a pedir las compañías telefónicas la información que necesiten por motivos de seguridad

Este domingo entró en vigor la reforma de la Ley de vigilancia de la NSA, que impide que el Gobierno recopile directamente los datos telefónicos de millones de ciudadanos. A partir de ahora, el Ejecutivo tendrá que solicitar esa información a las compañías, en caso de que la necesite por motivos de seguridad.

El Congreso aprobó en junio la reforma de la norma conocida como Ley de libertad de EE UU, promulgada inmediatamente por el presidente estadounidense, Barack Obama.

La reforma enmienda ciertos apartados de la Ley patriota, aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, como la recogida masiva de datos telefónicos de los ciudadanos.

Una corte secreta conocida como FISA supervisa el programa desde 2006 y los analistas de la NSA aseguran que solo acceden a los datos telefónicos con el propósito de buscar sospechosos en investigaciones antiterroristas.

Algunos senadores republicanos, liderados por el aspirante presidencial Marco Rubio y el legislador de Arkansas Tom Cotton, habían intentado retrasar el fin oficial del programa tras los atentados de París del 13 de noviembre, que se atribuyó el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y en el que murieron 130 personas. La iniciativa no prosperó, pese a que tenían el apoyo del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

Las revelaciones de Snowden se dieron a conocer en junio de 2013, cuando el joven filtró a varios medios de comunicación los detalles sobre los programas de vigilancia de la NSA, encargados de recopilar millones de datos telefónicos de los usuarios. El escándalo se hizo aún mayor cuando trascendió que varios mandatarios extranjeros podrían haber sido víctimas también del espionaje.

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