Dos ONGs denuncian la censura sufrida al cubrir el accidente de los trenes bala

Las organizaciones pro derechos humanos Reporteros Sin Fronteras (RSF) y China Human Rights Defenders (CHRD) denunciaron este jueves la censura que están sufriendo los medios de China a la hora de informar sobre el accidente de trenes de alta velocidad que causó 40 muertos el pasado 23 de julio.

En sendos comunicados, las dos organizaciones mencionan que un periodista de la televisión estatal china CCTV, Wang Qinglei, fue despedido cuatro días después del accidente debido a las investigaciones que llevaba a cabo sobre las circunstancias del siniestro, el peor en la red ferroviaria china desde 2008. Un día antes del despido, su programa, llamado "News 1+1", fue retirado de la parrilla de CCTV sin aviso previo, después de que en el espacio se criticara al portavoz del Ministerio de Ferrocarriles.

Además, RSF denunció que una semana después del accidente el Departamento de Propaganda estatal emitió una directiva prohibiendo "cualquier información o comentario" sobre la compañía responsable del accidente (la fabricante de los sistemas de señalización para la red de alta velocidad, que fallaron durante el siniestro). En otra directiva, el departamento ordenaba a todos los medios chinos reducir las informaciones del accidente excepto las oficiales, así como "informar positivamente de las circunstancias posteriores el suceso".

RSF señaló en su comunicado que estas medidas han "consternado" a la organización, y recuerda al Gobierno chino que "la opinión pública tiene derecho a ser informada sobre las circunstancias del desastre ferroviario". CHRD, por su parte, va aún más allá, asegurando que en la forma de tratar el accidente el Gobierno chino ha mostrado "una profunda falta de respeto a la vida humana".

La organización, con sede en Hong Kong, incluso acusa al régimen comunista de ocultar la cifra real de fallecidos en el accidente, señalando que algunos familiares de los muertos en el siniestro se quejan de que sus parientes no se encuentran en la lista oficial de víctimas. "La forma en que el Gobierno chino ha gestionado el accidente, suprimiendo información, censurando los medios, deteniendo prematuramente las operaciones de rescate, destruyendo las evidencias y obstaculizando las investigaciones de los ciudadanos, revela el desprecio del régimen autoritario por la vida humana y los derechos fundamentales", destacó la directora de CHRD, Renee Xia.

La institución exige a Pekín que el Legislativo chino cree un comité especial para investigar de forma imparcial el accidente, castigos adecuados y de acuerdo al Código Penal para los responsables del siniestro y una apertura de la información y las investigaciones de los medios sobre el accidente.

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