Francia busca frenéticamente a Chérif C., el presunto yihadista de 29 años que atentó este martes contra el mercado navideño en Estrasburgo y que, pese a haber sido herido en un brazo, puede incluso haber huido de Francia.
En su mortífero recorrido por las calles del centro de la capital alsaciana Chérif causó la muerte a dos personas, dejó a otra en muerte cerebral, e hirió a otras doce, de las cuales seis luchan por su vida. "El terrorismo ha golpeado de nuevo nuestro territorio, recordándonos de manera dramática que la amenaza sigue siendo bien real", dijo el fiscal antiterrorista, Rémi Heitz, en una rueda de prensa en Estrasburgo, confirmando así la pista terrorista.
Las autoridades creen que tanto por el modo en que actuó -incluido el hecho de que gritara "Allahu akbar" ("Alá es el más grande") y proclamas islamistas durante su acción- como por el perfil del sospechoso se trata del acto yihadista de un joven procedente de la delincuencia común que se radicalizó en prisión.
La Policía ha detenido a cuatro personas del entorno del sospechoso y ha realizado varios registros en los lugares que frecuentaba.
Con un arma automática y un cuchillo, Chérif C., nacido en Estrasburgo, atacó a varios viandantes y posteriormente se enzarzó en un tiroteo con cuatro militares de una patrulla antiterrorista, que respondieron y le hirieron en un brazo. Pero el presunto terrorista logró escapar y tomó un taxi, a quien pidió que le condujera al barrio de Neudorf, donde reside, sin especificar una dirección correcta.
En el camino, señaló el fiscal, el sospechoso, que iba dirigiendo al taxista, le confesó haber disparado y haber matado "a diez personas", al tiempo que justificó su acto. También reveló al taxista que la policía había registrado esa misma mañana su domicilio y que había hallado en él una granada, lo que permitió a los investigadores identificarle rápidamente.
Desde muy joven comenzó a delinquir y ya adolescente se convirtió en un habitual de las comisarías, según un sindicalista policial, que describe una trayectoria común entre jóvenes originarios de barrios desfavorecidos de las afueras de Estrasburgo. Aunque no era "un detenido modélico", la fuente sindical citada por la emisora France Info asegura que tampoco era de los más violentos.