"Se cuadruplicó el precio de las mantas en tan solo 24 horas"

Un turco asentado en Lugo recuerda que, de niño, vio "cómo el suelo se te iba debajo de los pies" en varios seísmos vividos en su país
Una mujer se protege del frío con una manta entre los escombros de un edificio derruido por el terremoto. EFE
photo_camera Una mujer se protege del frío con una manta entre los escombros de un edificio derruido por el terremoto. EFE

Lleva más de veinte años en la capital lucense pero, aun así, todavía recuerda las imágenes de los terremotos que vivió de niño en Turquía. Serhad —nombre ficticio con el que prefiere ocultar su identidad— revive ahora aquel miedo que sentía de pequeño cada vez que la tierra temblaba con el último seísmo, de 7,8 grados en la escala de Richter, que afectó a un área fronteriza entre Turquía y Siria.

"Todavía ahora, mucho tiempo después, recuerdo aquellos temblores, cuando el suelo se te va debajo de los pies y pierdes el equilibrio", recuerda.

Por eso mismo, cuando el pasado lunes se enteró de lo sucedido en su país, lo primero que sintió fue preocupación y miedo por sus familiares y amigos, afortunadamente a salvo. "Llamé inmediatamente a la gente que conocía, algún familiar y amigos, para saber cómo estaban. Cuando me dijeron que no les había pasado nada, respiré tranquilo", dice.

Aun así, Serhad revive todo el terror cada vez que ve las imágenes que dejó el terremoto.

"Quizás solo un japonés que haya vivido la Segunda Guerra Mundial pueda entender lo que pasó aquí, porque la bomba atómica tuvo las mismas consecuencias que este terremoto en Turquía, donde se ven edificios enteros que cayeron y avenidas totalmente destruidas", apunta este ciudadano turco.

Para Serhad, la intensidad del terremoto fue tal que está convencido de que "las cifras oficiales de víctimas no reflejan el número final y esto genera impotencia", relata.

Este ciudadano turco desconfía, por otra parte, de que el Gobierno turco no está utilizando todos los medios posibles en el rescate de personas en la zona afectada por el terremoto, que abarca parte del Kurdistán, por el conflicto vivido con Turquía.  "El Gobierno no va a actuar del mismo modo que si fuese en otra parte del país. No se van a utilizar los mismos medios que si los perjudicados fuesen ciudadanos turcos. ¡Incluso más de uno se alegrará de la desgracia en Kurdistán!", indica.

Sobre los medios de rescate, Serhad afirma que, ahora mismo, "hay una gran necesidad de excavadoras y también de mantas para combatir el frío". De hecho, añade que "el precio de las mantas se cuadriplicó en solo veinticuatro horas por la gran demanda que hay".