La campaña electoral para las elecciones regionales de noviembre se abrió este martes en Venezuela, con la coalición de opositores y el partido oficialista tratando de consolidar la unidad interna frente a unos comicios que los antichavistas esperan que cambie el mapa político.
Unos 17 millones de venezolanos están convocados a acudir a las urnas el 23 de noviembre para elegir a 22 gobernadores, 328 alcaldes y 233 miembros de consejos legislativos. En los comicios del 2004, el "chavismo" ganó la mayoría de las 328 alcaldías y 20 de las 22 gobernaciones, aunque ahora ostenta 16, luego de que cuatro gobernadores abandonaron a Chávez.
Alianza de la oposición
Los diarios de la oposición citan encuestas en las que se vaticina que el Gobierno perderá en noviembre al menos ocho estados y la mitad de las alcaldías, pero de acuerdo con los cálculos oficiales, Chávez contará con un 70 por ciento de aceptación entre el electorado.
Los partidos de oposición firmaron un acuerdo el 23 de enero pasado que los compromete a designar a un solo candidato por cada puesto en disputa para evitar favorecer al oficialismo, pero siguen las divergencias internas en algunos municipios. El democristiano COPEI advirtió, no obstante, que la oposición sufrirá "una catástrofe" si no supera su "grave" división interna.
El argumento del golpe de Estado
Más comedido es el presidente del partido de derecha Primero Justicia (PJ), Julio Borges, expresó que "estamos preparados para ser alternativa en el poder (...), incluso en las presidenciales" de 2012, y "por eso el Gobierno está tan asustado (...) buscando los argumentos más irracionales para tratar de movilizar a su gente".
"El país es tan inteligente que no está mordiendo el anzuelo", añadió, en alusión a denuncias que se repiten desde principios del mes sobre un complot para derrocar o matar a Chávez, por lo cual han sido detenidos cinco militares retirados.
El ministro de Interior, Tarek El Aissami, reveló a su vez que se han logrado más "pruebas contundentes" sobre el complot, previsto para ser ejecutado supuestamente antes de las elecciones. "Todos quienes han minimizado el plan están directa o indirectamente implicados (...); hay nuevas personas involucradas, civiles de sectores políticos, económicos y de medios" que son parte de "un sector opositor que sigue acariciando la posibilidad de un golpe" y "está asociado a la desesperación del Gobierno de Estados Unidos", añadió.
Malos pronósticos para el 'chavismo' en las elecciones regionales de Venezuela
