China y Rusia vetan en la ONU las sanciones a Mugabe

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe (EFE)
photo_camera El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe (EFE)

El veto de China y Rusia impidió que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptase una resolución que imponía sanciones al régimen del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, despertando duras reacciones dentro del organismo internacional.

El embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Zalmay Khalilzad, acusó al presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, de "proteger" al régimen zimbabuense por su negativa a adoptar una postura más firme en contra de Mugabe.

La resolución redactada por Estados Unidos pretendía que la ONU dictase sanciones contra Mugabe y su gobierno para obligarlo a negociar con sus opositores una salida a la grave crisis política que atraviesa el país africano. Finalmente, el texto logró 9 votos a favor, una abstención y 5 en contra, entre ellos los de Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad y con poder de veto.

El ''favoritismo'' de Sudáfrica con Mugabe
Sudáfrica, que también voto en contra, aseguró que las sanciones entorpecerían la reanudación del diálogo entre el partido de Mugabe y la oposición, porque obligarían al mediador del Gobierno zimbabuense, el ministro de Justicia de Zimbabue, Patrick Chinamasa, a abandonar Pretoria en cuanto tuviesen efecto.

Sin embargo, Estados Unidos cree que las negociaciones promovidas por el mandatario sudafricano han sido un "fracaso". "No hay nada serio en esas negociaciones", valoró el embajador estadounidense a la salida de la reunión del Consejo.

Khalilzad dijo que "es preocupante la apariencia de que el presidente Mbeki protege al régimen de Mugabe" por su negativa a aumentar la presión sobre Harare.

¿Compromiso del G8?
Los patrocinadores de las sanciones acusaron también a Rusia de haberse negado a negociar su contenido o proponer alternativas, pese al respaldo de Moscú en la pasada cumbre del G8 a tomar medidas contra Mugabe. "Nadie colaboró, se quedaron sentados y se limitaron a votar no", afirmó el embajador británico ante la ONU, John Sawers.

Su homólogo ruso, Vitaly Churkin, respondió que el argumento del británico "no estaba basado en los hechos" y reiteró que el acuerdo del G8 no suponía un respaldo explícito a las sanciones.

Advirtió que la resolución "era un intento de inmiscuirse en los asuntos internos de un Estado" que no representa una amenaza a la paz internacional. Además, consideró que la imposición de sanciones en este caso supone "arrastrar al Consejo de Seguridad más allá de sus funciones, lo que es excesivo y peligroso".

La cara y la cruz: Mugabe y Gordon Brown
Para el Gobierno de Harare, la derrota de la resolución supone un espaldarazo al régimen de Mugabe, aseguró su embajador ante la ONU, Boniface Chidyausiku, que insistió en que están comprometidos con el diálogo, pero sin imposiciones externas.

En la otra cara de la moneda está el prmer ministro británico, Gordon Brown, que creía haberse asegurado apoyo suficiente para aprobar la resolución durante la cumbre del G8 en Japón. El ministro británico de Exteriores, David Miliband, se mostró "muy decepcionado" por el veto de Rusia y China y aseguró que los zimbabuenses lo hallarán "incomprensible".

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