California vuelve a declarar el estado de emergencia por segunda vez en un mes a causa del fuego. Los incendios, que han forzado la evacuación de más de 50.000 personas, afectan especialmente a la localidad de Santa Bárbara y el norte de Los Ángeles.
Las llamas han castigado especialmente el área residencial de Montecito, donde están las casas de famosos como Michael Douglas y Oprah Winfrey. Según los bomberos del condado de Los Ángeles, han sido arrasadas más de un centenar de viviendas. Los medios locales informan de que el 40% de los incendios de la zona han sido controlados, tras destruir al menos 11 residencias de lujo y dañar otras nueve.
Pero las autoridades creen que estas cifras podrían aumentar en las próximas horas. El avance de las llamas amenaza también el suministro de energía electrica en el noroeste de la ciudad. "Necesitamos que todo el mundo comience a ahorrar energía", declaró el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa al advertir de que existe la posibilidad de que se decreten racionamientos.
Cientos de casas arrasadas
Los informes preliminares señalan que tres bomberos y ocho residentes sufrieron lesiones menores por culpa del fuego y un anciano de 98 años ha fallecidos, aunque desde la policía aclaran que no se sabe con certeza si su muerte está vinculada a los incendios.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que recorrió Santa Bárbara para establecer el alcance de la catástrofe dijo que el lugar -uno de los más hermosos que había visto antes de que lo devorasen las llamas- "parece un infierno".
Elfuego se inició el viernes por la noche en el valle de San Fernando y la escasa humedad ambiental y los fuertes vientos han contribuido a que se propagase con rapidez. Desde entonces, las llamas han arrasado más de 1.000 hectáreas, según los datos que ofreció el alcalde de Los Ángeles.
Evacuación obligatoria
Villaraigosa dijo que las llamas han destruido cientos de casas y decenas de estructuras, y predijo que si se mantiene su avance las llamas destruirán más hogares y edificios que ningún otro incendio en la última década.
Los bomberos y la policía de los Ángeles, que trabajan sin descanso desde el jueves por la noche para controlar las llamas, anunciaron hoy que el incendio sigue avanzando y que, por tanto, la evacuación de toda el área es obligatoria.
A primera hora de la mañana el fuego rodeaba el hospital Olive-View, de la Universidad de California, lo que ha provocado un corte de electricidad y ha obligado al desalojo de más de 200 pacientes.
