Mientras hace las maletas para abandonar la Casa Blanca, George W. Bush ha decidido conceder una última entrevista como presidente de la primera potencia mundial.
En la conversación con la cadena CNN confiesa algunos de los errores más graves que ha cometido en sus ocho años de gobierno. "Me arrepiento de algunas cosas que no debería haber dicho".
Dos errores, e Irak no es uno de ellos
Tras desempeñar una gestión lejos de ser perfecta, el mandatario republicano sólo asume dos errores. Ambos están relacionados con la política exterior, una pesada losa que ha lastrado sus años de gobierno.
La búsqueda del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, iniciada tras los atentados del 11-S de 2001 y sin ningún resultado a día de hoy es uno de los comederos de cabeza de Bush.
Se arrepiente de haber pedido al terrorista "vivo o muerto": "Laura (su esposa) me recordó que era el presidente de Estados Unidos y debía tener cuidado con lo que decía".
El último de las Azores
El otro error, uno que le ha reprochado medio mundo: Irak. Con una foto en las Islas Azores de tres presidentes sonrientes (Aznar, Bush y Blair) de los que sólo el republicano queda en el mando, y por poco tiempo, arrancaba una guerra ilegal cuyas víctimas se cuentan por miles.
Pero a Bush no le pesa la invasión, sino el declarar "misión cumplida" el 1 de mayo de 2003 la contienda.
Es la fecha en la que se dieron por concluídas las operaciones a gran escala. Entonces se expresó así desde el buque militar Abraham Lincoln, y ahora matiza que su mensaje se dirigía únicamente a la tripulación. Sus palabras se interpretaron como el 'final' de la guerra, aunque Bush sostiene que "nunca" ha dicho eso.
Sus 'difíciles decisiones' en un libro
El presidente de EE UU también ha anunciado que proyecta regresar a su Estado de Texas en enero y "tal vez escribir un libro" en el cual detallaría las circunstancias en las que tuvo que tomar "difíciles decisiones".
Quizá en ese libro, en el que pretende que la gente lea "lo que es estar sentado en el Despacho Oval de la Casa Blanca" Bush asuma el resto de los errores que se ha dejado en el tintero.
De momento, el presidente abandonará el Gobierno el 20 de enero de 2009 con los índices de popularidad más bajos de toda la historia de los Estados Unidos.
