El servicio militar obligatorio finalizó este jueves oficialmente en Alemania, donde desde mañana solo cumplirán servicio de armas reclutas voluntarios y profesionales después de 55 años de levas forzosas. La supresión del servicio militar fue aprobada a finales del año pasado por la coalición de Angela Merkel, tras un largo proceso de debate entre las tres formaciones gubernamentales -la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Liberal (FDP).
Para ello, fue preciso superar las fuertes presiones internas, especialmente en el seno de la CDU/CSU, ya que parte de esas filas consideraban que con ello se vulnera el principio constitucional de que las Fuerzas Armadas deben estar ancladas a la sociedad alemana y ser un reflejo de todos sus estamentos.
La reforma de las Fuerzas Armadas y el adiós al servicio militar tomó forma a lo largo del año pasado impulsado por el entonces ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, de la CSU. Con la desaparición práctica del servicio militar queda suprimida asimismo la prestación del servicio social sustitutorio, lo que a su vez desató críticas entre los estamentos receptores de este personal, por el vacío que comportará.
La reforma conlleva la reducción del contingente actual, de 240.000 soldados, a un máximo de 175.000 efectivos, mientras que la plantilla de empleados civiles de las Fuerzas Armadas quedará reducida a la mitad, con unos 50.000.
El Bundeswehr -Ejército federal- quedó instaurado en 1956, once años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y en julio de 1957 fueron llamados a filas los 10.000 primeros reclutas para cumplir el servicio militar obligatorio.
Tras la Guerra Fría, empezó la progresiva reducción de su contingente y también del periodo de prestación del servicio militar, hasta quedar en los actuales seis meses. El pasado 3 de enero, con la ley ya aprobada por el gobierno, se hizo la última llamada a filas de reclutas para su último semestre de existencia.
La implantación del Ejército profesional prevé la posibilidad de que incorpore a ciudadanos no alemanes, residentes en el país y procedentes de la UE. Con el paso a unas Fuerzas Armadas profesionales se pretende reducir costes y, a la vez, concentrar los recursos en las intervenciones en misiones internacionales. Alemania tiene destacados cerca de 7.000 soldados en misiones fuera de su territorio, más de la mitad de ellos en Afganistán.