Austria quiere levantar una valla para gestionar el flujo de refugiados

Alemania acusa a Austria de llevar a los refugiados hacia su frontera

Viena vallará la frontera eslovena para asegurar que las entradas al país sean "ordenadas y coordinadas", según la ministra del Interior
Varios refugiados en Rigonice (Eslovenia) se dirigen hacia los autobuses que les trasladarán a un campo de refugiados austríaco
photo_camera Varios refugiados en Rigonice (Eslovenia) se dirigen hacia los autobuses que les trasladarán a un campo de refugiados austríaco

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, instó este miércoles al Gobierno austríaco a "poner orden" de manera inmediata en los flujos de refugiados hacia Alemania, tras denunciar que en los últimos días han sido trasladados hasta la frontera muchos personas sin ningún tipo de aviso ni coordinación.

"El comportamiento de Austria no ha sido correcto en los últimos días", manifestó en rueda de prensa el ministro, haciéndose eco de las quejas del estado de Baviera ante la llegada descontrolada de oleadas de solicitantes de asilo a la frontera.

De Maizière apuntó que ha habido contactos permanentes con el Gobierno del país vecino, que este martes ratificó su compromiso de retomar "un proceso ordenado".

"Espero que ocurra de inmediato", recalcó el ministro, quien explicó que en los últimos días, al caer la noche, muchos solicitantes de asilo han sido conducidos a determinados lugares cercanos a la frontera para que pudieran cruzar a Alemania, sin aviso previo a las autoridades germanas.

Según apuntó sin dar cifras concretas, las llegadas desde la denominada ruta de los Balcanes han subido "de forma notable" y se están haciendo grandes esfuerzos para acoger en Baviera a todas esas personas y para distribuirlas en otros estados federados.

La coordinación, insistió, es crucial para poder registrar a todos los extranjeros.

"Queremos saber quién llega a nuestro país", recalcó de Maizière para subrayar la necesidad de recuperar la coordinación existente en las últimas semanas, en las que se fletaron incluso trenes especiales de Austria a Alemania para evitar que Viena se viera desbordada.

El primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, dio este martes un ultimátum a la canciller, Angela Merkel, para que hablara con el Gobierno austríaco y tomara medidas antes del domingo para frenar las nuevas oleadas de refugiados.

Merkel garantizó en una rueda de prensa posterior que los contactos con Austria eran diarios y llamó nuevamente a ser pacientes a la hora de lidiar con la crisis de los refugiados: "No podemos simplemente darle a un interruptor".

La crisis afecta a la gran coalición de gobierno en Berlín, formada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU) que preside Seehofer, junto al Partido Socialdemócrata (SPD) que lidera Sigmar Gabriel.

Varios medios han avanzado que Merkel y Seehofer se entrevistarán esta sábado y que el domingo ambos se reunirán con Gabriel.

Según las últimas cifras facilitadas por la policía, el martes cruzaron la frontera desde Austria alrededor de 5.500 extranjeros.

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