Un lucense, en forma

Carlos de Miguel, copilotado por ''Cuni'' Suárez, se impuso en la pasada edición del Tour Auto de Francia, la competición de vehículos clásicos más prestigiosa del mundo. En los 20 años de historia de la prueba, ésta es la primera vez que se impone un equipo español, con la particularidad que el coche ganador —un Ferrari 275 GTB— luce matrícula de Lugo.

La historia de esta unidad y como acabó matriculado en esta provincia es, cuando menos, rocambolesca. El coche llegó a España cuando el piloto Óscar Caprotti se lo compró a su primer propietario suizo. Con él, compitió en diferentes pruebas, hasta que en una subida disputada en la provincia sufrió un aparatoso accidente.

El Ferrari fue reparado en un taller de la capital, pero la factura fue tan elevada que piloto y reparador acabaron en el juzgado. En ese momento se investigó el coche y, por no cumplir las normas de importación de la época, fue confiscado y, posteriormente, subastado.

Curiosamente, tan sólo la carrocería —sin motor— salió a subasta, siendo adjudicado al entonces gobernador civil, Eduardo del Río Iglesia, en cuyo garaje apareció milagrosamente el motor V12. De ahí que la matrícula sea de Lugo. En la actualidad, el coche es propiedad del coleccionista Carlos de Miguel.

El primero de una época
El Ferrari 275 GTB, diseñado por Pininfarina, se presentó en el año 1964. Fue uno de los pilares fundamentales de la marca italiana en cuanto a ventas. Su motor, un 3.0 litros V12, consiguió grandes éxitos comerciales y deportivos.

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