Cuando la pasión se une a la razón

Giulietta es un nombre mítico en la historia del automóvil. A finales de los años 50, Alfa ya utilizó esta denominación para uno de sus modelos. Pero salvo el nombre, el Giulietta del siglo XXI nada tiene que ver con sus antecesores.

De hecho, el nuevo modelo no sólo cumple en cuanto a habitabilidad interior y capacidad de maletero, sino que ha dado un importante salto cualitativo en calidad de acabados y ajuste de los diferentes elementos.

A diferencia del modelo al que sustituye —el Alfa 147— el Giulietta sólo está disponible con carrocería de cinco puertas. Aún así, no renuncia a un diseño dinámico y deportivo que aporta un gran atractivo y consigue llamar la atención allá por donde pasa.

Este gusto por el detalle se refleja también en el interior, con unas líneas vistosas y detalles de calidad. La ergonomía ha sido uno de los aspectos que más se ha cuidado. Los asientos delanteros resultan cómodos y agarran bien el cuerpo. El volante, regulable en altura y profundidad, permite una óptima posición. Otra ventaja del puesto de conducción es que todos los mandos de control quedan a mano. Por ejemplo, se pueden manejar las principales funciones del equipo de sonido, del navegador y del control de velocidad sin retirar las manos del volante.

En las plazas traseras, sólo pueden viajar con comodidad dos ocupantes, ya que la plaza central resulta un tanto estrecha. También resultan un tanto justas en altura, por lo que las personas de más de 1,80 irán rozando con la cabeza en el techo.

Una vez en marcha, la dirección resulta suave y precisa. El manejo de la palanca de cambio es el único punto que, en cierta medida, enturbia el alto nivel dinámico que ofrece este modelo. A veces es necesario superar una pequeña resistencia para pasar de una marcha a otra, lo que lo hace lento y poco agradable de utilizar en ciertos momentos.

El Alfa Giulietta transmite confianza al conductor desde los primeros metros. Incluso en condiciones de máxima exigencia, la parte trasera se muestra noble y no sorprende con movimientos bruscos. El control de estabilidad es de serie y no es desconectable. Aún así se muestra poco intrusivo y sólo se deja notar en situaciones extremas.

Delante de la palanca de cambios se sitúa el mando Alfa DNA que permite elegir entre tres modos de comportamiento. Dynamic, Normal y All Weather.

En el primer caso, el control de tracción permite cierto deslizamiento de las ruedas al acelerar y se activa la función electrónica (Q2) que simula el funcionamiento de un diferencial autoblocante. Además, el motor tiene una respuesta notablemente más contundente ya que se aumenta el par máximo disponible y la dirección tiene un tacto más firme. El modo All Weather está previsto para circular con cadenas o sobre nieve.

Motor diésel
El motor diésel de 170 caballos encaja perfectamente con la personalidad de este vehículo, mostrándose como una excelente opción para quienes buscan un coche rutero, capaz de devorar miles de kilómetros con unos consumos más que ajustados, pero que no quieren renunciar a la deportividad y el carácter propio de los Alfa Romeo.

Para estos conductores más dinámicos, el motor se muestra muy progresivo y fácil de conducir, con un chasis que no sólo está a la altura sino que es capaz de transmitir seguridad y confort en los trazados más exigentes.

El Giulietta 2.0 JTDM 170CV tiene una respuesta suave pero contundente. No obstante, no llega al nivel de suavidad y silencio del que hacen gala algunos de sus rivales más directos. El ruido del motor, aunque se deja notar en el habitáculo, no resulta molesto y el consumo, según el ordenador de a bordo, se mantiene siempre en torno a unos comedidos 8 litros cada 100 kilómetros.

La gama Giulietta se completa con otras tres motorizaciones de gasolina y otras dos diésel. Cada una de ellas hace gala de un alto nivel tecnológico, sobre todo, en el caso de los motores MultiAir. De cualquier modo, el diésel protagonista de esta prueba encaja perfectamente con la personalidad y el carácter del nuevo compacto de Alfa.

El importante salto cualitativo que supone el Giulietta con respecto a su antecersor, el 147, también se refleja en el precio. Con este modelo, Alfa ha puesto su punto de mira en la parte más alta de los competidores del segmento. El Volkswagen Golf o el Audi A3 son sus objetivos y, frente a ellos, el Alfa quizás no sea tan refinado en algunos apartados pero resulta más pasional y es capaz de transmitir más emociones que ninguno de ellos. Esta versión está disponible desde los 28.500 euros.

Comentarios