Regresa la gaviota Cipriana

Un ave del Ártico canadiense vuelve cada invierno desde hace ocho años a San Cibrao y Lago
La gaviota esquimal, centro, junto a un ejemplar de patiamarilla
photo_camera La gaviota esquimal, centro, junto a un ejemplar de patiamarilla

La costa mariñana es especialmente interesante para el avistamiento de aves acuáticas, sin olvidar las que en principio pueden ser más comunes, las gaviotas. Entre los aficionados a la ornitología existen personas que están especializados en estas aves, incluso se citan durante fines de semana para realizar avistamientos, donde hay siempre un objetivo estrella como es localizar a la gaviota esquimal (larus thayeri), un ejemplar único, que en España solo se puede encontrar entre San Cibrao y la playa de Lago en Xove durante los meses de invierno. Para los profanos en la materia, y a simple vista, puede que todas la gaviotas sean iguales o por lo menos parecidas, sin embargo y como ejemplo del error, mencionar que en las quedadas que realizan aficionados en la zona de A Mariña y Ortegal, se producen avistamientos de hasta 14 especies distintas de gaviotas- entre ellas es posible que la esquimal-, algunas de ellas procedentes de lugares tan distantantes como Groenlandia, norte de América o del este de Europa.

Tanto Lago como San Cibrao son frecuentados desde hace ocho años por el único ejemplar documentado de Larus thayeri en toda España, incluso cuenta con el nombre de Cipriana. Esta gaviota esquimal fue

avistada por primera vez en 2008 en zona de la playa de Lago por dos ornitólogos franceses, aunque su condición de inmaduro hizo dudar en aquellos momentos de que pudiera ser una larus thayeri, varios años después, y una vez adulta, se certificó a que especie pertenecía. Desde entonces, un invierno tras otro, de enero a marzo, aficionados de toda la península esperan en San Cibrao la llegada de la gaviota Cipriana.

La laus thayeri es un especie muy difícil de encontrar en Europa -se han constatado contados ejemplares- y en España solo se ha avistado Cipriana, este animal es sin duda al mejor documentado del viejo continente, ya que se disponen de fotografías y datos de todos los años de su vida, desde su primer avistamiento en 2008 hasta hace dos semanas cuando se volvió ver por última vez.

La gaviota esquimal es una especie enigmática originaria del norte de América que cría en las islas árticas canadienses al oeste de Groenlandia y habitualmente pasa los inviernos en la costa del Pacífico norteamericana, salvo Cipriana, que un año decidió realizar un viaje de muchos kilómetros hasta las playas de Lago y San Cibrao. Todos los inviernos Cipriana está siendo fiel a su visita siendo posible avistarla en los primeros meses del año integrada en grupos de gaviotas patiamarillas, gaviones, sombrizas o reidoras. Precisamente este año adelantó su viaje un par de meses ya que varios aficionados dicen haberla avistado en noviembre. Una vez finalizado su periodo de invernación es posible que ya no vuelva a su lugar de nacimiento sino que se dirija a otras zonas más cercanas.

Aunque a simple vista no es fácil diferenciarla de otros individuos pertenecientes a las especies entre los que se integra, con unos prismáticos es posible localizarla atendiendo a unas características básicas como son sus patas de color rosa chiche o su características motas en pecho y cuello (que pierde con la llegada de la primavera) o su dorso gris claro.

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