El 75% de los residuos tecnológicos generados por la UE se envía a África y a Asia

La Unión Europea genera unos ocho millones de toneladas de residuos tecnológicos cada año y algunas agencias medioambientales y ONGs calculan que cerca del 75 por ciento de los mismos se envía a África y Asia.

Así lo destacó este jueves Juan Carlos Hernández, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Navarra y director del curso "Exportando contaminación: las basuras trasnacionales. Problemas y soluciones", que se celebra en Civivox Condestable.

Según ha destacado Hernández, diversos informes estiman que la generación mundial de residuos electrónicos alcanza los 50 millones de toneladas cada año, de los cuales apenas se recicla un 10 por ciento.

Además, la cifra de residuos que se envía a otros países va en aumento: "Se calcula que en 2020 se generarán cerca de 100 millones de toneladas de residuos electrónicos, y es probable que el mercado de residuos afecte a muchos más países en vías de desarrollo", ha resaltado Hernández en un comunicado de la Universidad de Navarra.

En el caso de Europa, la mayoría de los residuos electrónicos termina en vertederos de Nigeria o Ghana, pero también forman parte de la ruta de la llamada "e-basura" europea Egipto, Pakistán, China e India.

Sin embargo, ha afirmado, los mayores receptores son los dos primeros, ya que, por ejemplo, Ghana recibe el equivalente a 400.000 monitores de ordenador cada mes.

Según este experto, la normativa comunitaria exige que los residuos se gestionen en las instalaciones adecuadas más próximas, pero se permite el envío de aparatos electrónicos de segunda mano a países en vías de desarrollo.

Además, parte de esta basura se etiqueta como ayuda al desarrollo, lo que compromete la labor que ONGs y empresas socialmente responsables desarrollan.

Hernández ha asegurado asimismo que los países receptores no cuentan con infraestructura para gestionar los residuos y estos van a parar a "vertederos insalubres donde trabajan familias enteras, que están expuestas a contaminación por metales pesados como níquel o cadmio, que generan graves problemas de salud".

En su opinión, es necesario adoptar medidas, como mejorar la inspección y supervisión en las aduanas y puertos, así como exigir a las empresas que vigilen que sus residuos sean adecuadamente gestionados.

Sin embargo, a su juicio, las soluciones a largo plazo exigen replantear el modelo de consumo de aparatos electrónicos, incentivando un uso responsable e informando a la sociedad sobre los problemas que plantea la basura tecnológica.

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