Cada día muere una persona por consecuencias indirectas del accidente

Cada día muere una persona por las consecuencias indirectas del incidente nuclear de Fukushima, aunque no por exposición directa a la radiación sino por los efectos psicológicos y físicos producidos, según el profesor Yotaro Hatamura, expresidente de la Comisión de Investigación sobre el accidente.

En los últimos seis meses han muerto 180 personas por las consecuencias que el accidente en las centrales de Fukushima, producido en marzo de 2011, ha ocasionado en su salud física y mental, ha explicado en un encuentro con la prensa en la Fundación Ramón Areces el profesor honorario de la Universidad de Tokio.

La crisis nuclear ha causado en las personas estrés mental, ansiedad y perturbaciones psicológicas, peores que el daño físico, según la opinión personal de Hatamura, quien ha enfatizado que no representa al Gobierno japonés.

Más de 150.000 personas de las que fueron evacuadas todavía no pueden regresar a sus hogares y para el profesor esta situación ha creado una sensación de desarraigo y un "cambio repentino" en la vida de muchos habitantes.

"No se sabe cuándo parará de morir gente ni se saben todos los efectos que el accidente tendrá en la salud de las personas" ha indicado Hatamura, quien cree que las autoridades se concentraron más en actuar dentro de la planta que en las consecuencias que el accidente tuvo fuera de ella.

Los procesos de descontaminación que está realizando el Gobierno japonés no son suficientes para el profesor y ha señalado que se deberían cambiar los planes para tratar los suelos todavía afectados por la radiactividad.

El informe que emitió la Comisión de Investigación sobre el accidente en las centrales de Fukushima, que Hatamura presidía, sentenció que no había plan de emergencias y que la planta no estaba preparada para reaccionar.

La mala gestión del accidente es para Hatamura la causa de que todavía siga la contaminación. Con una respuesta "más rápida y más adecuada" se hubiese reducido la radiactividad emitida, sentencia.

Para ocasiones futuras, hacen falta planes de emergencia que tengan en cuenta todo lo que pueda llegar a suceder y que, además de prevenir accidentes, puedan minimizar el daño que un desastre "imprevisible" pueda ocasionar.

Aunque el profesor no se ha mostrado ni a favor ni en contra de la energía nuclear, ha advertido que Fukushima no se reactivará "ni ahora ni más adelante ni nunca".

Hatamura ha considerado que reactivar las centrales en Japón es una decisión de la gente, que tendrá lugar cuando estén preparados para afrontar el riesgo y siendo conscientes del peligro que la energía nuclear supone.

El profesor impartirá esta tarde una conferencia titulada "Lecciones de seguridad aprendidas tras el accidente del reactor nuclear de Fukushima" en la Fundación Ramón Areces.

Comentarios