La zona rural suma 681 hectáreas de tierra pública que el PP plantea usar

Pide que los vecinos puedan plantar y cultivar y que se dé seguridad a las cesiones que ya hay
El edil del PP, Manuel López. MARÍA G. MORADO
photo_camera El edil del PP, Manuel López. MARÍA G. MORADO

El Concello de Lugo dispone de 681 hectáreas de terreno distribuidas a lo largo de sus 54 parroquias, entre monte y fincas rústicas. Una parte de ellas están abandonadas, denuncia el PP, que llevará al pleno municipal una propuesta para que el gobierno local actualice el inventario, determine en qué estado está cada parcela y ponga el terreno a disposición de los vecinos para aprovechamiento agroganadero y forestal en aquellos lugares donde haya interés en ello. 

Los populares defienden esta iniciativa como forma de dinamizar la actividad y la economía de la zona rural y de poner en valor unos terrenos que en muchos casos están desaprovechados y tienen riesgo de incendio. Su cesión a los vecinos evitaría que el Concello tuviera que responsabilizarse de su limpieza, una labor que tiene difícil llevar a cabo. "É difícil mandarlle aos veciños que limpen os seus terreos cando o Concello non ten atendidos os seus", afirma el concejal del PP que se ocupa de la zona rural, Manuel López, que además es ingeniero agrícola. 

La casuística –señala el edil– es muy diversa. Hay parroquias donde los vecinos ya aprovechan el monte municipal desde tiempos de sus antepasados, pero sin seguridad jurídica. Al no haber documentos de cesión, los vecinos no pueden obtener permisos de tala o contabilizar esos terrenos para las ayudas de la PAC cuando los destinan a fines agrarios, explica López. "Neste caso, habería que respectar o uso, pero dándolles unhas garantías aos veciños. Non se trata de quitarlle nada a ninguén, senón de regularizar as cesións de uso e de poñer á disposición de veciños aqueles terreos que están desaproveitados, que xa foron deles e que nalgún momento foron rexistrados polo Concello", explica. 

El concejal cree que es especialmente interesante movilizar el terreno que está catalogado como monte. Son 1.094 parcelas que suman 571 hectáreas, según la información que figura en el inventario municipal, con fecha de 2014. Su valoración catastral asciende a 44.240.585 euros, precisa López como muestra de la importancia de este patrimonio. 

El Concello tiene monte en todas las parroquias. La parcela más grande ocupa 26,56 hectáreas y está en San Xoán do Alto. La más pequeña ocupa 11 metros cuadrados y se ubica en Vilalbite, en la parroquia de Coeses. Según la documentación que obra en el Concello, hay 533 parcelas de monte que tienen menos de 1.000 metros cuadrados y 70 que no llegan a los 100, pero hay 101 que tienen una hectárea o más y, en opinión del PP, "servirían perfectamente para darlles un uso agrícola. É unha extensión similar á dun campo de fútbol", apunta López.  

TRABAJO COMPLEJO. El concejal admite que "non é unha tarefa doada" movilizar y regularizar el uso de todo este suelo, pero cree que es una iniciativa en la que el Concello debe ponerse a trabajar, ya sea con medios propios o externos, "para evitar que as 54 parroquias do Concello esmorezan. O goberno municipal debe responsabilizarse e apoiar medidas que sexan beneficiosas para a zona rural, que nun Concello como Lugo ten un peso moi importante". 

Además de las 1.094 parcelas de monte, el Concello tiene a lo largo del municipio 350 fincas rústicas, que suman 110 hectáreas. 

El PP propondrá en el pleno que el equipo de gobierno inicie los trabajos para actualizar la situación de todo el terreno de titularidad municipal. "Hai que saber se as parcelas están plantadas, se son pasteiros, se están baldías, se teñen vexetación espontánea, e tamén ver aquelas que están sendo usadas polos veciños, para que as sigan aproveitando, pero dándolles unha seguridade xurídica. O traballo mesmo pode servir para corrixir erros catastrais", apunta el concejal del PP. 

"O monte de dominio público é inalienable, imprescriptible e inembargable"
El edil del PP, Manolo López, recuerda que la Lei de Montes establece que los montes de dominio público son "inalienables, imprescriptibles e inembargables ". El Concello tiene que mantener ese patrimonio y la forma de que hacerlo con el menor coste para él y la mayor rentabilidad social es poniéndolo a disposición de los vecinos, dice. A mayores del monte municipal, hay parroquias con monte comunal propiedad de los vecinos, que gestionan directamente o a través de convenios con la Xunta

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