La Xunta cierra la puerta a la playa fluvial en la actual ubicación

El Gobierno gallego envió el informe definitivo al Concello de Lugo y a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que fue quien autorizó la obra
Recreación infográfica de la estructura que se montará para la playa fluvial. EP
photo_camera Recreación infográfica de la estructura proyectada en el río Miño. EP

La Xunta dispone ya del informe definitivo de la inspección llevada a cabo con motivo del inicio del montaje de la plataforma de baño en el río Miño, aguas abajo del antiguo restaurante O Muíño, y la conclusión es que será muy difícil, por no decir imposible, seguir adelante con la instalación.

El Servizo de Patrimonio Natural de la Xunta en Lugo señala que en la zona se estima que hay unos 6.000 ejemplares de dos especies de mejillones vulnerables y que no se encontró espacio para colocar los muertos de hormigón necesarios para sujetar las piscinas flotantes. No cierra la puerta a la posibilidad de trasladar los moluscos, una de las opciones que plantea el Concello, pero explica que esa medida requiere autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural. El Concello tendría que presentar una memoria de los trabajos para valorar la viabilidad del traslado, señala.

Pero, además, la Xunta ve problemas de seguridad en la instalación flotante en caso de crecidas o bajadas del nivel del agua. Según la administración autonómica, el estudio de caudales y profundidades presentado en su día por el Concello suscitaba dudas, ya que no figuraban las fechas en las que se hicieron las mediciones ni los caudales circulantes en los periodos de instalación de la plataforma, entre el 15 de junio y el 15 de septiembre.

La Xunta trasladó el informe al Concello, promotor de la obra, y a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que fue quien la autorizó y quien probablemente tendrá la última palabra. A priori, el servi

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