La Xunta rehabilitará el Pazo de Dona Urraca y llevará a él la oficina de turismo

La Administración autonómica también urbanizará la parcela en la que se encuentra el palacio del siglo XII, acondicionará una plaza y un jardín, y construirá tres edificios con 11 viviendas y dos locales, en lugar de los existentes

El Pazo de Dona Urraca visto desde la muralla. SEBAS SENANDE
photo_camera El Pazo de Dona Urraca visto desde la muralla. SEBAS SENANDE

El degradado Pazo de Dona Urraca, sito en el barrio de A Tinería de la capital lucense, será rehabilitado y acogerá la oficina de turismo que está a pocos metros de distancia, en el edificio número 12 de la Rúa do Miño. Este es el proyecto que tiene previsto acometer la Consellería de Infraestruturas e Vivenda.

Esa rehabilitación, que está pendiente de que se concreten plazos y partidas económicas, irá acompañada de la urbanización en diferentes niveles de la parcela en la que se encuentra esta construcción del siglo XII, en donde se acondicionará una plaza y un jardín.

El local en donde está la oficina de turismo se alquilará o venderá para una actividad comercial, que dinamice el barrio

La Consellería de Infraestruturas e Vivenda firmará un convenio con Turismo de Galicia para que la oficina de esta agencia pública, que se encuentra en la Rúa do Miño, se traslade al Pazo de Dona Urraca, cuando esté rehabilitado.

Además, se convocará un concurso público para la venta o alquiler del local en el que se ubica actualmente esa oficina de turismo, que está cedido por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS).

La finalidad es que el mejor postor destine este local a una actividad comercial que pueda contribuir a dinamizar el barrio de A Tinería.

La urbanización del entorno del Pazo de Dona Urraca irá pareja con la construcción de tres inmuebles, del mismo volumen que a los que reemplazarán, que están en ruinas, para así cubrir las medianeras.

Este proyecto, que está en fase de redacción -con un plazo de cuatro meses y medio-, incluye once viviendas, dos de ellas adaptadas a personas con diversidad funcional, y dos locales comerciales.

La Consellería de Infraestruturas e Vivenda prevé que a finales de este año ya podrá sacar a licitación esas obras de construcción y urbanización, en las que estima que invertirá más de dos millones de euros.

La administración autonómica recuerda que desde que puso en marcha la rehabilitación del barrio de A Tinería en 2001 lleva invertidos más de 25 millones de euros en la recuperación de 35 edificios, que cuentan con 85 viviendas y 22 locales comerciales en total.

A ese parque de inmuebles se sumarán los que actualmente tiene adjudicados la Xunta de Galicia o en proceso de licitación por una cuantía superior a los 1,2 millones de euros.

Además, tiene en caja una partida de medio millón, con cargo al programa Rexurbe, para adquirir más edificios en A Tinería que se encuentren en estado de abandono, a cuya rehabilitación tiene previsto destinar más de 1,6 millones de euros.

feísmo. El maltrecho Pazo de Dona Urraca, en el que sobresalen su galería y arcos, es una de las eternas imágenes de la degradación urbanística que define a buena parte del barrio. Una estampa que desluce el atractivo turístico de la ciudad porque se puede contemplar desde un incomparable mirador, el adarve de la muralla romana, entre las puertas de O Carme y de Santiago.

Además, se encuentra a pocos metros de distancia de los otros bienes declarados Patrimonio de la Humanidad con que cuenta la capital lucense, la catedral y el Camino Primitivo.

Los terrenos, invadidos por la maleza, y la propia edificación medieval se convirtieron en un vertedero incontrolado en el que abundan los recipientes de cristal y plástico, que evidencian su uso para la celebración de botellones.

Parte del cierre perimetral de madera levantando hace años para impedir el acceso ilegal a esta construcción medieval está destrozado en la Rúa Falcón. Por los enormes boquetes que hay en ese muro es por donde se cuelan los que suelen allanar este singular inmueble con nueve siglos de historia.

La recuperación urbanística de este céntrico palacio es una antigua demanda de diferentes colectivos sociales de Lugo.