La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade sostiene que no es posible variar el trazado de la Ronda Este sin que ello suponga "grandes impactos sociais, por afectar a vivendas". "Non hai alternativas viables", asegura el departamento autonómico tras ser consultado por este periódico acerca de si contempla hacer alguna modificación del trazado a la vista de la contestación política y social que empieza a tener el proyecto.
Cs fue el primero en alertar del perjuicio ambiental que considera que causará esta infraestructura y posteriormente se sumó el BNG, que al igual que Cs mantuvo ya reuniones con vecinos y anunció movilizaciones. También mostró su rechazo el colectivo ecologista Adega. El PSOE, por su parte, se mantiene a la espera de que la Xunta haga público el proyecto para pronunciarse, aunque la alcaldesa, Lara Méndez, ya avanzó que si afecta al Rato y a su entorno el gobierno local se opondrá y presentará alternativas.
La Xunta realizó algunos ajustes en el proyecto que tenía desde 2011 para este vial, que tiene como fin comunicar la zona sur de la ciudad y de la provincia con el hospital Lucus Augusti. Según el itinerario trazado, la infraestructura parte de A Tolda y enlaza con el otro tramo ya hecho de la Ronda Este en la carretera de A Fonsagrada. Para reducir su impacto sobre las carballeiras y el entorno del río Rato, la Xunta suprimió el puente que sobrevolaba el Rego de Samai y el parque del Rato, pero mantiene un viaducto de 120 metros de largo cerca de A Tolda. Serán en total 2,8 kilómetros de carretera, con dos calzadas de dos carriles, con mediana de separación y estructuras importantes, como el mencionado puente, por lo que se cree que puede afectar a aproximadamente un kilómetro de superficie de gran valor natural por su arbolado, sus manantiales y la fauna que habita en esta zona, que forma parte de una Reserva de la Biosfera.
La Xunta explicó este lunes que en este momento se está preparando el trabajo de ajuste que encargó para someter el proyecto a información pública y que será en ese momento cuando recabará el pronunciamiento formal "das administraciones, institucións e sociedade". Después estudiará "eses informes", pero considera que sería "sorprendente" que el Concello se opusiera a esta infraestructura después de haberla previsto en el PXOM que él mismo aprobó [lo votaron PSOE y PP, y el BNG se abstuvo], con un trazado que la Xunta ha respetado, asegura.
"O trazado da Ronda Este segue a traza marcada no PXOM de Lugo, e salvo pequenos axustes, non hai alternativas viables que non supoñan grandes impactos sociais", asegura la consellería, que insiste en que la infraestructura se diseñó con el mínimo impacto ambiental.
El BNG insiste en que se modifique el trazado
El BNG anunció que en el pleno municipal de este mes buscará un acuerdo de la corporación para pedir a la Xunta que revise el trazado de la Ronda Este, de forma que la futura infraestructura permita avanzar en las comunicaciones y a la vez priorice la protección del entorno del Rato. Los nacionalistas hicieron este anuncio después de que, hace unos días, su portavoz, Rubén Arroxo, informara de que su formación estaba estudiando una alternativa y de que esperaba poder presentarla próximamente.
Arroxo ya empezó a reunirse con vecinos, como los de Bosende, para informarles de los daños que la obra supondrá en la zona del Rato. Anunció una campaña informativa y movilizaciones para facilitar a los ciudadanos que se opongan a un proyecto que equiparó con el debate que hubo hace un siglo respecto al derribo de la muralla, algo "impensable" hoy en día.
Como Cs y Adega, el BNG cuestiona el beneficio que supondrá esta ronda, que ahorrará solo unos minutos para llegar al hospital, dicen.