La Consellería de Medio Rural y la comunidad de montes de Orbazai negocian un acuerdo que permita reparar las pasarelas del Mera y dar seguridad a uno de los paseos más populares y de mayor encanto del entorno de Lugo. No hay fecha aún para la firma de un convenio que permita la intervención, pero los comuneros dicen que su voluntad es que se restauren unas plataformas que ahora están en muy mal estado y suponen un peligro.
Las pasarelas de la ruta del Mera llevan años en un estado de total abandono y llegaron a convertirse en un peligro para los usuarios de la senda. El deterioro se precipitó a raíz de una sentencia del TSXG que obligó a retirar 107 metros de la estructura debido a que atravesaba fincas privadas.La sentencia, del 2017, condicionaba que esos 107 metros de pasarela pudieran seguir junto al río a que se expropiaran los terrenos.
El grueso de la estructura se había colocado en su día gracias a un acuerdo con la comunidad de montes, pero al colocar las pasarelas no se tuvo en cuenta que hubo un cambio de titularidades tras un proceso de concentración parcelaria y que, por ello, un tramo del sendero entraba en fincas que habían pasado a ser privadas. Los nuevos dueños de esos terrenos recurrieron al juzgado y lograron el fallo que obligaba a desmontar esos 107 metros de vía colocados para salvar algunos de los tramos de más difícil acceso junto al río.
El fallo derivó en un abandono progresivo del sendero, que acabó en convertirlo en peligroso para los usuarios. Los tramos de pasarela que han pervivido están en muy mal estado y hace unos día el club excursionista Acivro decidió reparar tablones rotos para facilitar el paso.
La zona por la que transcurre el sendero es de gran belleza y atraviesa un territorio que forma parte de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, la primera declarada por la Unesco en Galicia, en el año 2002.
El club Acivro dio a conocer la negociación en marcha entre la Xunta y la comunidad de montes para recuperar la senda.
Dado el problema de titularidades, el convenio solo permitiría arreglar las pasarelas que hay en los terrenos de la comunidad de montes, sin actuar en fincas privadas.
La ruta ha sido muy usada durante años por los lucenses, que valoran la tranquilidad y el encanto natural de la zona. Los problemas para recorrer el sendero se sucedieron, no obstante, desde hace años y los cierres hechos por particulares y, sobre todo, la presencia de un perro que llegó a morder a algún caminante acabaron por disuadir a muchos de hacer esa ruta.
