El ritmo era frenético en el Ceip Sagrado Corazón a menos de 24 horas para el inicio del curso escolar 2021-2022. El centro de enseñanza inaugura este jueves unas instalaciones contemporáneas a la era pospandémica.
Todo reluce. Todo es nuevo. Todo menos el esfuerzo del equipo docente, que se mantiene intacto en busca de la mejor puesta a punto del colegio.
Su director, Roberto Souto supervisa los últimos detalles en plena vorágine. Mientras los operadores de mantenimiento, auxiliados por los 25 profesores del centro dan los últimos detalles a una aulas que presentan la ergonomía, la tecnología y las medidas sanitarias puestas en marcha por el Plan de Nova Arquitectura Pedagóxica.
Souto, con 17 años de experiencia docente en el antiguo colegio, cuenta que el covid le jugó "malas pasadas al avance de la obra", un problema que supuso el retraso de su inauguración, prevista para el pasado curso.
Pese a todo, el cuadro de profesores inició el traslado definitivo con una primera mudanza en el mes de julio, que se completó a escasos días de la apertura.
Todos ellos restaron horas al sueño y el pasado fin de semana lo pasaron entre las paredes de un reluciente edificio amarillo, que Roberto Souto espera que "revitalice" el barrio con la construcción de futuras urbanizaciones, ayudado por un aumento de la natalidad, pues el colegio solo cuenta con 250 matrículas para el presente curso, lejos aún de sus 450 plazas de capacidad.
En el Ceip Sagrado Corazón no falta un detalle que garantice la seguridad de los alumnos. Las 22 aulas del colegio estrenan un sistema de iluminación inteligente con detectores que regulan la potencia lumínica en unas clases con mobiliario adaptado a la ergonomía infantil.
La primera planta está conectada por medio de puertas correderas a un patio que cuenta con circuito para bicicletas. La extensa biblioteca compite en calidad con la tecnología que ofrece una pantalla táctil digital.
Estefanía Fernández, coordinadora de actividades Tic, hará partícipes a los alumnos de quinto y sexto de un "temario digitalizado" para desentrañar los secretos de la programación y la robótica desde edad temprana. Echa en falta una menor ratio de alumnos por aula ya que estas son "pequeñas", de cara al número de niños que albergan.
Reconocimiento. Así las cosas, el inicio del curso contará con una baja insustituible. Jesús Manuel Chorén, el exdirector del centro tuvo que renunciar a su cargo por una baja médica. Ahora, sus compañeros le brindan el reconocimiento por su calidad humana y décadas de labor.
El director, Roberto Souto, la jefa de estudios, Silvia García y la secretaria, Ángeles Núñez, recogen su testigo en la directiva.
