El violador de Augas Férreas sembró el pánico en Lugo durante varios meses

La alarma cundió entre las lucenses, que agotaron los esprays de defensa personal y cambiaron de hábitos

Carteles contra las agresiones sexuales en un edificio donde actuó un violador en Augas Férreas. PEPE TEJERO
photo_camera Carteles contra las agresiones sexuales en un edificio donde actuó un violador en Augas Férreas. PEPE TEJERO

La presencia de un agresor sexual en Lugo sembró el pánico en la ciudad durante varios meses y motivó que muchas mujeres cambiaran sus hábitos para no caminar por la calle en plena noche ni entrar solas en los portales. Las primeras en extremar las precauciones fueron las vecinas de Augas Férreas, que todavía tenían en su memoria la última actuación del violador del estilete dos años antes, en 2014, en un portal de esa misma zona. Vidal Anido agarró a una mujer de 64 años y le colocó un objeto en la sien, aunque no llegó a violarla y finalmente fue condenado a veinte meses de prisión por coacciones.

El temor de las lucenses era de tal magnitud que las tiendas especializadas agotaron todos los sprays de defensa personal en tan solo unos días. Según explicaron entonces los dueños de los establecimientos, mujeres de todas las edades demandaban los aerosoles —con un precio de entre 12 y 15 euros— y la demanda fue "mucho mayor" que después de otros casos registrados anteriormente en la capital.

Muchas estudiantes optaron también por descargarse una novedosa aplicación en el móvil. "Cuando salgo de casa meto en la aplicación la ruta que voy a realizar a pie. Esta calcula el tiempo y si ve que me retraso, llama a un número de teléfono que yo le digo. La App", explicaba una chica, "también detecta si se cae el móvil, por si se da el caso de que te empujen o se produzca un forcejeo".

Igualmente, las comunidades de vecinos se apresuraron a colgar carteles en los portales recomendando a los residentes, entre otras cosas, no abrir la puerta de entrada a ninguna persona desconocida.

REDES SOCIALES. La psicosis que se generó entre las lucenses llegó también a las redes sociales. Tanto en Twitter como en Facebook, y de manera especial en los grupos de Whatsapp, se empezaron a intercambiar constantes alertas sobre supuestos ataques o intentos de violación en distintas zonas de la ciudad, así como del ingreso de supuestas víctimas en los servicios de Urgencias. Afortunadamente, la práctica totalidad de estas alertas resultaron ser una falsa alarma.

Uno de los rumores más insistentes que se extendió tras las agresiones, a mediados de noviembre de 2016, hacía referencia a una chica que supuestamente había entrado en un supermercado de Augas Férreas pidiendo auxilio tras un presunto ataque.

En las mismas fechas también circuló por las redes sociales otro mensaje sobre una supuesta violación en la Praza do Ferrol a plena luz del día. Sin embargo, la Policía Nacional de Lugo no llegó a recibir ninguna denuncia por estos casos.

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