Los vigilantes del Hula sufren cada día entre 3 y 5 ataques de usuarios

"Nunca la gente fue tan violenta ni los agresores tan jóvenes", dicen miembros del equipo de seguridad del hospital, que piden más medios
Tres vigilantes en la zona de Urgencias del Hula. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Tres vigilantes en la zona de Urgencias del Hula. VICTORIA RODRÍGUEZ

"Esto cada vez va a peor. La gente viene cada día más agresiva". Lo decía este lunes un miembro del equipo de seguridad del Hula, aún conmocionado por el apuñalamiento el domingo de un vigilante del hospital.

El ataque, el más grave de los registrados hasta ahora, puso el foco sobre las agresiones continuas a los vigilantes, entre tres y cinco diarias, dicen. Es un problema que vienen denunciando desde hace meses. Insisten en reclamar medios, como camisetas antitrauma, geles de pimienta o, incluso, escudos para situaciones más excepcionales.

El equipo de seguridad del hospital está formado por 32 vigilantes. Dicen que no estaría de más tener más efectivos, aunque aseguran que el problema no es tanto que falte personal , sino que está cambiando el perfil de los agresores, cada vez más jóvenes y violentos, por lo que hacen falta medios y protocolos de seguridad.

Urgencias y Psiquiatría son las áreas calientes, donde se producen más incidentes, "pero en las plantas también hay lo suyo", cuenta Roberto Rivas, secretario de la sección sindical de UGT.

"Lugo ya es también una ciudad que nunca duerme, porque ya no hay días tranquilos", indica un vigilante del Hula

Un compañero suyo asegura que en planta han llegado a interceptar a un paciente que se coló en la habitación en la que estaba ingresada una mujer, supuestamente para intentar abusar sexualmente de ella".

Del perfil de los agresores, dicen que "es gente cada vez más joven, que vienen como vienen". No lo afirman categóricamente, pero es evidente que sospechan que el consumo de drogas está detrás de muchas de las agresiones.

Los golpes y los puñetazos están a la orden del día y los insultos son una constante, recalcan. "Menos guapo te llaman de todo. No es agradable, pero lo peor es que hay límites que se están sobrepasando y que hay que atajar", dicen.

Sostienen que hay que actuar ya porque la situación va a peor cada día. "Parece que Lugo también es una ciudad que nunca duerme, porque esto pasa a diario", cuenta un vigilante, que dice que el perfil de los agresores ha cambiado. "Muchas veces las peleas que se inician en algunos locales nocturnos se acaban trasladando al Hula. Son personas violentas y con perfiles que no se veían antes en Lugo, explica.

La CIG demandó medios para que los vigilantes puedan ejercer su trabajo con seguridad

ÁREAS CONFLICTIVAS. Caso aparte son los problemas en el área de Psiquiatría, también constantes, destacan. Llegan muchos pacientes muy alterados y la agresividad de algunos no hace más que crecer cuando pasan horas en el box de Urgencias, se lamentan.

"Nunca la gente fue tan violenta ni los agresores tan jóvenes", decían los vigilantes tras un episodio que llevó a UGT a pedir de nuevo más medios, repitiendo una demanda que la central inició hace meses, a raíz de otras agresiones graves en el Hula.

El último episodio violento provocó también reacciones de sindicatos como Comisiones Obreras, que reclamó un protocolo de actuación en Urgencias y Psiquiatría y la reestructuración del equipo de seguridad del hospital. La CIG, por su parte, demandó medios para que los vigilantes puedan ejercer su trabajo con seguridad, especialmente en los ámbitos donde hay más agresiones, como los hospitales, los centros de menores, las cárceles o los centros comerciales.

La navaja de la pareja del agresor
El ataque al vigilante del Hula lo cometió la pareja de una mujer que había sido detenida por la Policía Local y que también llevaba una navaja en el momento del arresto, en San Roque.

La Policía Local se movilizó sobre las 17.30 del domingo tras recibir una llamada alertando de que una mujer, L.M.A.V., estaba esgrimiendo un arma blanca. La mujer fue detenida y, dado que estaba muy alterada, fue llevada a un centro médico, desde donde se la derivó al Hula.

La detención
El agresor, J.S.D., fue detenido inmediatamente después de atacar al vigilante, sobre las 21.00 horas.

La Policía Local detalló que los agentes que custodiaban a la mujer vieron cómo tres vigilantes conducían por el aparcamiento al hombre, al que no se había permitido ver a su novia, que estaba detenida, y como este, "sorpresivamente", se abalanzó sobre uno de los vigilantes y le asestó al menos dos cuchilladas.

Los agentes de la Policía Local se interpusieron entre el agresor y lo redujeron, logrando que arrojara la navaja al suelo, aunque opuso resistencia, explicaron.

En el hospital había otra patrulla de la Policía Nacional.