"Al ver a los ladrones, se encerraron en el baño con un móvil y un cuchillo"

El propietario de Vending Lucus cuenta el tercer asalto sufrido en solo seis meses ► Dos hombres estrellaron un coche contra la puerta cuando había dos empleadas dentro
La nave asaltada en el polígono de As Gándaras. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La nave asaltada en el polígono de As Gándaras. VICTORIA RODRÍGUEZ

Javier Seijas está cabreado y harto. Sobre todo harto. En la noche del domingo al lunes su empresa, Vending Lucus, sufría el tercer intento de atraco en apenas seis meses. En esta ocasión, además, los ladrones sorprendieron dentro a dos empleadas, que estaban elaborando emparedados y bocadillos en la obrador de su nave en el polígono de As Gándaras.

"Se llevaron un susto enorme", explica Javier, "y en cuanto vieron a los ladrones cogieron un cuchillo enorme y el móvil y se encerraron en el baño". Desde allí se pusieron en contacto con su jefe, que de inmediato avisó a Policía Nacional y Guardia Civil. Mientras conducía su coche hacia la nave, en su móvil podía ver todo lo que sucedía a través de las cámaras de seguridad instaladas.

En apenas cinco minutos desde el aviso, pudo facilitar a los agentes el número de matrícula del Audi A4 en el que los dos hombres habían escapado. Antes, lo había estrellado hasta tres marcha atrás contra el portón de entrada de la nave. "Allí prácticamente siempre hay gente, porque se trabaja las casi 24 horas. Desde el obrado, por una ventana, se puede ver la puerta. Cuando escucharon el primer golpe, ellas no sabían muy bien qué pasaba, pero luego ya los vieron entrar y se refugiaron en el baño", dice el propietario. Los ladrones, dos hombres encapuchados, también debieron verlas a ellas, por lo que de inmediato se dieron a la fuga, sin llegara a robar nada. Poco después, la Guardia Civil encontraba el A4 ardiendo abandonado en una cuenta de Guntín.

Las dos mujeres que se encerraron en el baño no sabían que los ladrones se habían dado a la fuga hasta que llegó la Policía

En todo momento, Javier se mantuvo en contacto por el Whatsapp con sus empleadas, pero el susto no se lo quita nadie porque los alrededor de 10 minutos que pasaron en el baño, hasta que la Policía llamó a la puerta, los pasaron creyendo que los ladrones seguían allí, aunque apenas estuvieron medio minuto dentro. "Estaban muy nerviosas, y no me extraña. Anoche tuvo que quedarse otra persona con ellas porque no se atrevían a estar solas", lamenta Seijas.

PROFESIONALES. En realidad, las tres veces que han tratado de entrar en la nave había gente dentro, y nunca se han llevado nada. En una de las ocasiones, recuerda, la propia Policía se sorprendió por la profesionalidad de los asaltantes: "Iban con 'walkis', todos vestidos exactamente igual, con cinturones de herramientas... Los pillaron después en Madrid".

Javier Seijas entiende que su nave sea un objetivo, ya que los ladrones piensan que hasta allí llega el dinero de las máquinas expendedoras para ser contado y antes de su ingreso en el banco, "pero no es así, tenemos un nuevo sistema con el que se puede recontar directamente en los cajeros, que te facilita un código de barras y queda efectuado el ingreso de inmediato".

No obstante, llama la atención sobre la nula vigilancia que hay en el polígono de As Gándaras, donde hasta hace muy poco "ni siquiera se encendían todas las farolas de noche, un día se encendían las de un lado y al siguiente las del otro". "Al principio casi estaba sola la nave de Decathlon, pero ahora hay un montón de empresas y se necesita vigilancia", reclama.