'No deberías ver parada esta furgoneta más de cinco minutos'. Este es el eslogan que luce uno de los vehículos de una empresa de mensajería urgente que opera en Lugo. Ese lema comercial refleja fielmente la ajetreada realidad en la que está inmerso este sector en la provincia, como en el resto de España.
La constante escalada del comercio electrónico ha disparado el reparto. Empresas de paquetería, como DHL o Envialia, cifran en más del 30% el incremento que ha experimentado la distribución en la provincia de Lugo en los últimos dos años, que atribuyen al acelerón en la demanda de pedidos por parte de los consumidores a los gigantes de las ventas online (eBay, Zalando o, como no, Amazon).
Francisco Balsa, delegado de DHL en Lugo, explica que esta empresa ha pasado de repartir a diario unos 500 envíos en toda la provincia a 700, que en las datas señaladas en rojo en el calendario, como Black Friday y Navidad, pueden alcanzar los 900.
Un ejemplo del boom en esas dos fechas es que Correos, que acapara casi la mitad del reparto de los paquetes generados por el comercio electrónico, concentró tan solo en noviembre y diciembre 1,3 de los 5,8 millones de envíos que distribuyó a lo largo del año pasado en toda Galicia. La empresa postal acaba de firmar un acuerdo por tres años con Amazon.
Las compañías refuerzan sus plantillas, renuevan su parque móvil y afrontan más retos logísticos, pese a que los márgenes no crecen
El auge exponencial que están registrando las ventas a través de internet en España fue "de más del 20% en los últimos tres años", según calcula la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Millones de consumidores prefieren comprar a golpe de click desde el sofá de su casa o desde la silla de su oficina que callejear en busca de la tienda con su artículo.
Pero ese crecimiento del reparto no se está traduciendo en un mayor volumen de caja para las firmas de paquetería, que en la provincia de Lugo suman una cifra de negocio que se estima que puede superar los 50 millones de euros. "Las entregas son más complicadas y más caras. A día de hoy el problema que tenemos las agencias pequeñas es que nos resulta muy difícil rentabilizar la distribución, porque antes si ibas a Monforte, por ejemplo, entregabas a 20 empresas y dos particulares de la Ciudad del Cabe, hoy vas a todas las aldeas que hay alrededor", apunta el delegado de Envialia en Lugo, José Ramón Portos, quien puntualiza que "eso implica más gasto y el reparto se está pagando igual o incluso menos que hace cinco años, por lo que los márgenes han bajado muchísimo".
CONSECUENCIAS. Debido a ese auge del comercio electrónico que ha catapultado la actividad de las empresas de paquetería, estas refuerzan sus plantillas, renuevan su parque móvil y afrontan más retos logísticos.
La competencia es feroz. Los plazos de entrega se aprietan. En muchos casos, sin ser urgentes, no pasan ni 24 horas desde que el consumidor hace el pedido por internet hasta que lo recibe en su domicilio o punto de recogida.
Las compañías están echando mano cada vez más de diferentes establecimientos, desde tiendas de chuches hasta librerías, zapaterías o locutorios, como puntos en donde dejan o recogen paquetes para que los usuarios dispongan de alternativa, con horarios más amplios, a sus domicilios para recibir o devolver artículos comprados online. Cada una dispone de cuatro o cinco en la capital.
