Los vendedores vuelven a partir del viernes al sótano de la plaza de abastos

El fin de las obras supondrá la retirada de la controvertida carpa que los acogió durante casi ocho meses en A Soidade
La carpa de A Soidade, que será retirada, este martes. XESÚS PONTE
photo_camera La carpa de A Soidade, que será retirada, este martes. XESÚS PONTE

Los vendedores de productos de alimentación volverán a partir de este viernes al sótano de la plaza de abastos una vez que se han finalizado las obras de reforma de esta instalación municipal de la capital lucense.

Mientras duraron las obras, casi ocho meses los vendedores tuvieron que atender a sus clientes los días de mercado, martes y viernes, en una carpa instalada en la Praza da Soidade para resguardarse tantos unos como otros de las inclemencias del tiempo.

El lunes ya comenzaron los operarios a desmontar elementos de esa carpa aprovechando que este martes, como era día festivo en la capital lucense, no se celebró el habitual mercado de los martes.

Esas obras de reforma duraron más de lo que estaba previsto inicialmente, según se apuntó desde la concejalía de participación, debido a que surgió un contratiempo, unas filtraciones que procedían de la primera planta.

Las obras de reforma integral de la plaza de abastos ya se realizaron hace cinco años y solo quedaba pendiente el acondicionamiento del sótano, que tuvo un presupuesto de 586.000 euros.

Su plazo de ejecución, que inicialmente era de dos meses y medio, se triplicó, por lo que la carpa de A Soidade que iba a ser una solución temporal se prolongó más de la cuenta, pues ha permanecido desde mediados de febrero hasta esta semana.

CONTROVERSIA. Su instalación generó las críticas de varios comerciantes que tienen sus negocios en esta céntrica plaza de la ciudad, que vieron como los escaparates de sus locales quedaban tapados por esta infraestructura temporal, lo que, según denunciaron, les supuso una fuerte disminución de las ventas. Y también del propietario de establecimiento de hostelería que vio reducida la superficie de su terraza.

Estos comerciantes presentaron una reclamación ante el Concello de Lugo por las pérdidas sufridas, pues estiman que sus ventas han descendido en torno al 75%.

Además de para acoger los martes y los viernes este mercado de productos de alimentación, la carpa sirvió de escenario para la celebración de actividades culturales.

Esta instalación también desató las críticas de los grupos de la oposición, además de por las pérdidas de los comerciantes, porque se encontraba muy próxima al Museo Provincial.

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