Veintiún kilómetros de historias en el Archivo Histórico Provincial

Si se colocasen todos sus folios en línea, se completarían 21 kilómetros. En medio de ese gran volumen de papel, hay espacio para cdocumentos tan singulares como un poder de un corsario para que otro cobre un botín pirata en Ribadeo o la firma de una escritura por el notario Salvador Dalí, padre del artista
Plano del puente romano en acuarela del siglo XVIII. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Plano del puente romano en acuarela del siglo XVIII VICTORIA RODRÍGUEZ

NO TODA LA documentación administrativa tiene por qué ser aburrida. Los papeles antiguos no solo reflejan trámites, titularidades, herencias o derechos sino que también son testigos directos de la forma de vivir de una sociedad que queda muy lejos del presente.

Dolores Pereira, directora del Archivo Histórico Provincial, echa la cuenta de los fondos que albergan las instalaciones y le sale la monstruosa cifra de 21 kilómetros de papel, casi en el límite de la capacidad total del edificio.

"Hay, ahora mismo, 21 kilómetros de documentos. Lo tenemos calculado así, que se correspondería con el tope de almacenamiento que tenemos establecido, unos 20.000. Casi no tenemos sitio ya para más. La producción de las administraciones públicas es tremenda. ¡Menos mal que vamos hacia la administración electrónica y ya hay más documentos de otro tipo!", apunta.

Portada de un capítulo del Catastro de Ensenada. VICTORIA RODRÍGUEZ

Portada de un capítulo del Catastro de Ensenada. VICTORIA RODRÍGUEZ

El Archivo Histórico reúne toda la documentación que producen la administración estatal y autonómica en la provincia con más de quince años de antigüedad y los protocolos notariales de más de un siglo. Pero no es lo único, todo tipo de documentación histórica -encontrada en la provincia- tiene cabida en el Archivo, además de donaciones, ventas o depósitos de colecciones de documentos o fotografías de particulares.

"Solo el Catastro del Marqués de la Ensenada tiene más de 5.500 libros de Lugo. Es una gran obra, encargada en el siglo XVIII por el rey Fernando VII en la Corona de Castilla –a la que pertenecía Galicia– para conocer los bienes de sus súbditos y pagar un único impuesto. Ahora se está recurriendo a él para conocer los límites de algunas parroquias, especialmente de montes comunales donde se van a instalar parques de aerogeneradores», dice Dolores Pereira.

El documento más antiguo que hay en el Archivo es un fragmento de una biblia, del siglo XI, utilizado como cubierta de un libro de protocolos notariales. Si hablamos de una serie continuada de documentación, la más antigua es la de los protocolos notariales, que van desde el siglo XV hasta el XX. Le siguen las actas municipales, que van desde el siglo XVI hasta el año 1950. También hay algún documento firmado por el rey Carlos IV, en el siglo XVIII, con sello de placa, para el cobro de impuestos en Lugo.

"Los documentos que se hacen ante notario son los más importantes en la vida de las personas. Por eso, desde los Reyes Católicos, hubo siempre un afán por conservarlos. Los protocolos son el conjunto de escrituras ante notario que se hacen durante un año", afirma Dolores Pereira.

Todo este gran volumen de documentación se guarda en el Archivo convenientemente desinfectada de insectos y parásitos. En medio de esa ardua tarea, el personal de estas instalaciones se encontró recientemente con un documento curioso: un protocolo notarial firmado, aparentemente, por el nombre de uno de los mejores pintores españoles del último siglo, Salvador Dalí.

Documento del notario Salvador Dalí. VICTORIA RODRÍGUEZ

Documento del notario Salvador Dalí. VICTORIA RODRÍGUEZ

No era ese el caso. El nombre coincidía con el del pintor pero no era él quien firmaba, sino su padre, Salvador Dalí i Cusí, notario en Figueras, Girona, a principios del siglo pasado. El padre del pintor da fe, como notario, de un poder que otorga, mediante escritura, Ramón Núñez Gandoy a favor de Ángel Brañas Seijas, un vecino de San Xoán do Alto. Con este poder, Ramón Núñez vendería a Ángela Gorgoso los bienes de la herencia de sus padres en abril de 1920.

Otro documento interesante, guardado en el Archivo Histórico, es una escritura de venta de una herencia entre dos italianos de negocios en Lugo. Corría el año 1848. Se trataba de Silvestre Estrolago y Francisco Piolini, ambos de la región de Piamonte, cerca de la frontera con Suiza. A través de este documento, firmado en Lugo, Silvestre vendía las dos terceras partes de la casa heredada de su padre a Francisco.

El Archivo también alberga un poder otorgado por el corsario Nicolás Torneole a favor de Pedro Trelles e Valdepares para cobrar en su nombre la manta (el botín de un barco pirata saqueado) en una campaña de corso. El documento, de 1744, fue hecho en Ribadeo, puerto con una gran actividad de corsarios, quienes disponían de un permiso para atacar barcos enemigos o mercantes neutrales con contrabando de guerra.

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