Discapacidad

Veinte años creando valor humano

"Abríuseme o ceo!", dice Ángel Luis cuando habla de lo que es para él tener un empleo estable que le permite ser uno más en la sociedad. Él, como el resto de la docena de empleados de Grafinco, todos discapacitados,llevan dos décadas en este centro especial de empleo, integrado en Cegasal y el primero de Cogami en Lugo 

Trabajadores de Grafinco con directivos de Cegasal. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Trabajadores de Grafinco con directivos de Cegasal. VICTORIA RODRÍGUEZ

Tienen entre un 33 y un 65 por ciento de discapacidad reconocida pero todos ellos demostraron haber sido, en los últimos veinte años, tan productivos como trabajadores como los demás. La docena de empleados de Grafinco continúa acudiendo, día a día, a su jornada laboral no solo para ganarse un sueldo, sino para algo más importante para ellos: lograr integrarse en la sociedad y no sentirse marginados por una discapacidad que, sin embargo, acaba haciéndolos muy capaces.

Parte del éxito de esta iniciativa lo tiene su configuración como centro especial de empleo sin ánimo de lucro. El primero creado en Lugo por Cogami, la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade, en 1998, y con la mitad de la plantilla formada en el colectivo. "Fue la primera iniciativa de economía social, como centro especial de empleo sin ánimo de lucro, y siempre generó beneficios", dice José Luis Lolo Celeiro, presidente de Cogami en Lugo.

Grafinco fue una de las iniciativas de economía social más innovadoras que hubo en Galicia, dado que se trata de un centro especial de empleo sin ánimo de lucro, lo que no significa que tenga que dar pérdidas

Al contrario, estas empresas han de generar beneficios, que se reinvertirán en formación y tecnología para así dar más empleo y fomentar la igualdad de oportunidades y la inserción laboral entre quienes lo tienen más difícil en la búsqueda de empleo. Es decir, generar riqueza económica generadora de valor humano.

Lo que en su día era algo pionero acabó imponiéndose veinte años después hasta el punto de que la nueva Ley de Contratos del Estado, aprobada el pasado 6 de marzo, regula que la reserva de contratos públicos a centros especiales de empleo se lleve a cabo exclusivamente en los que no tengan ánimo de lucro, que en Galicia serían entre el 7 y el 10 por ciento de la contratación total.

CEGASAL. "La economía social es como un gran paraguas y una de sus varillas son estos centros especiales de empleo, que dan prioridad a las personas antes que al capital", explica José Antonio Vázquez Freire, presidente de Cegasal, la patronal gallega que agrupa a dieciocho centros especiales de empleo de catorce sectores productivos, dos de las cuales están en Lugo: Grafinco, puesta en marcha por Cogami, y Cárnicas Produtoras da Ribeira Sacra, que corre a cargo de Prodeme, en As Lamas-Monforte, y que logró ser proveedor oficial del sello de calidad Ternera de Galicia en la cadena Eroski.

"Cegasal forma parte, desde hace ocho años, de la Confederación de Empresarios de Galicia y también de las de A Coruña y Vigo. Queremos estar presentes en el tejido productivo de Galicia haciendo economía social, fomentando el empleo en personas con discapacidad y en riesgo de exclusión social, sin paternalismos. La ley regula que las empresas de más de 50 trabajadores reserven el 2% de sus puestos a personas con discapacidad y no se está cumpliendo. Creo que, aparte de lo que diga la ley, una parte de la cuenta de resultados de la empresa ordinaria debería siempre reinvertirse en la sociedad porque esta es otra forma muy importante de generar riqueza", afirma Vázquez Freire.

Los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro generan un 80 por ciento de trabajo estable

El presidente de Cegasal reconoce, en cambio, la existencia de dos "deudas pendientes" en lo que se refiere a la generación de empleo entre personas con discapacidad. Se trataría de las mujeres y de los residentes en el medio rural: "Hay mujeres en Galicia que sufren una triple discriminación: la de ser mujeres, discapacitadas y residentes en la zona rural".

Nadie regala nada

Este no fue el caso, en cambio, de Belén Fernández, diplomada en Relaciones Laborales y la actual responsable de Administración de Grafinco, con una discapacidad congénita derivada de una luxación de cadera. "Nunca fui a una entrevista de trabajo diciendo que tenía una discapacidad porque, para mí, eso es algo normal. Fue, más bien, al contrario. En un momento dado, me dirigí a Cogami porque pensé que podía tirar de mi discapacidad para encontrar un trabajo, pero nunca antes había hecho uso de esta condición. Aun así, he de decir que nadie te regala nada por ser discapacitada. En mi caso, tuve que pasar por un proceso de selección igual de duro que en cualquier empresa ordinaria", afirma Belén Fernández.

Ángel Luis, que trabaja en el departamento de Diseño de Grafinco desde el año 2000, fue antes camarero y fontanero-calefactor. Su discapacidad mixta lo llevaba de un trabajo para otro, sin estabilidad laboral. En Grafinco, como él dice, "abríuseme o ceo". "Fixen un curso de autoedición e outro de grafista-maquetista e despois outro de acupuntura porque a miña intención era espallar o campo de acción ao máximo para atopar un emprego. Cando cheguei aquí, dixéronme: 'Non temos ubicación para ti no departamento de Deseño pero si no de manipulación'. E eu contesteilles: 'O que sexa. Eu o que quero é traballar, onde tenme sen coidado'. E así foi. Acabei facendo deseño e levo aquí dezaoito anos. A min, Grafinco abriume o ceo", confiesa.

 

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