La Rúa Pedáneo Xoán Diego, que discurre paralela a la Avenida Infanta Elena, se ha convertido, desde que fue renovado su firme, en una alternativa para el tráfico que intenta eludir el radar fijo que se encuentra en esta última vía.
Esta calle bidireccional, en la que la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora, carece de acera en varios tramos y en esos en los que no las hay además el arcén es muy estrecho, por lo que esa circulación a mayores que absorbe puede entrañar un riesgo para los peatones.
Vecinos de la Rúa Pedáneo Xoán Diego han recurrido a las redes sociales para hacer un llamamiento a los conductores que transitan por esta calle para que respeten el límite de velocidad establecido.
"Estamos hartos de que pasen a más de 30, y cuando decimos más a veces es a más del triple de la velocidad permitida y no es exagerado", advierten los vecinos.
Hosteleros y vecinos de la Rúa Xulia Minguillón aseguran que los vehículos pasan más rápido desde el cambio de dirección
Afirman que "casi no se puede ir a tirar la basura con seguridad porque parece que estamos cruzando una autovía. Y no queremos que cualquier día pase una desgracia aún mayor".
Los residentes en esta calle del barrio de Paradai aseguran que ya se han registrado varios atropellos de animales.
XULIA MINGUILLÓN. Esta demanda de que los vehículos circulen a modiño también es extensible a los hosteleros y vecinos de la Rúa Xulia Minguillón, que consideran que desde que se cambió el sentido de la circulación de esta calle, ahora es de bajada de la Avenida da Coruña a Camiño Real, hay coches y motos que exceden con creces el límite de velocidad.
Esa situación supone, a su juicio, un riesgo, sobre todo para los clientes de las tres terrazas que están instaladas en las zonas de aparcamiento.
