Una dotación de la Policía Local de Lugo acudió el martes a un bajo de la Rúa Trapero Pardo tras recibir varias quejas vecinales por el mal olor que salía del local.
Los agentes comprobaron que la puerta de acceso estaba rota y en el interior había restos de aguas fecales.
Después de hablar con los agentes de la Policía Local, la propietaria del bajo se comprometió a solucionar el problema.