Los vecinos de San Antonio despiden a Aurelio y Paz, tras 29 años de servicio

Este matrimonio cerró este viernes la cafetería que gestionaba desde 1994 en la Rúa Ourense de la capital lucense y lo hizo tras recibir un emotivo homenaje por parte de sus fieles clientes
Paz Ascariz y Aurelio Bao, en su emotiva fiesta sorpresa. EP
photo_camera Paz Ascariz y Aurelio Bao, en su emotiva fiesta sorpresa. EP

El único establecimiento de hostelería que aún funcionaba en la Rúa Ourense de la capital lucense, el Café Aurelio, cerró este viernes sus puertas. Sus clientes le tributaron un homenaje a sus dueños, Aurelio Bao y Paz Ascariz, que se prejubilan tras prestar servicio en este local durante 29 años.

"Lo más importante es que hemos hecho muchos amigos. Tenemos unos clientes exquisitos", afirmaba este viernes emocionado Aurelio Bao. "Somos todos una gran familia. Todos son de casa. Es maravilloso", añadía su esposa, también impresionada.

El que este viernes cerraba sus puertas era un establecimiento de referencia en el barrio de San Antonio, en el que cualquier hora del día era buena para mantener una tertulia con los incondicionales de esta cafetería.

Este matrimonio ponía en marcha este negocio familiar en las vísperas de las Navidades de 1994. Aurelio Bao ya llevaba entonces 19 años trabajando en el mundo de la hostelería.

A lo largo de esas casi dos décadas Aurelio Bao pasó por los principales restaurantes de la capital lucense, la mayoría de ellos ya desaparecidos, como La Coruñesa 1 y 2, O Muíño, Peña, Ruta o Baldomero, y otro aún en activo, el Campos.

También hizo un alto para probar fortuna durante casi cinco años en Barcelona. El 10 de mayo de 1977, según recuerda, cumplió la mayoría de edad en el tren que lo trasladaba desde Lugo a la Ciudad Condal, en donde trabajaría en los restaurantes Cañón Colorado y Pazo de Neira. Este último, cuando se refundó después como El Churrasco Argentino, era frecuentado por la malograda estrella del fútbol Diego Armando Maradona durante su etapa como jugador del Barça.

Pese a estar durante casi un lustro en la Ciudad Condal, este hostelero no cambió su pasión por el Celta de Vigo, del que es un ferviente aficionado, por la del equipo azulgrana.

Un necesario descanso. Aunque apenados por su despedida, Aurelio Bao reconocía que es "un día que tiene que llegar cuando te agotas físicamente". Paz Ascariz lo ratificaba: "Lo dejamos con mucha tristeza por los clientes, pero llevamos muchas horas trabajadas. Necesitamos un descanso".

Este matrimonio dice adiós definitivamente al Café Aurelio, pero el establecimiento reabrirá sus puertas en las próximas semanas bajo otra gestión.

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