Vecinos de once edificios piden al Concello que limpie maleza en Abella

Aseguran que son focos de ratas y basura y denuncian que también hay pozos sin cubrir de la antigua fábrica en una finca donde juegan niños

Carteles de denuncia en la zona de Abella. AEP
photo_camera Carteles de denuncia en la zona de Abella. AEP

Vecinos de once edificios de las calles Aquilino Iglesias Alvariño y Lamas de Prado presentaron una queja en el registro municipal dirigida a la alcaldesa, Lara Méndez, para que el Concello limpie la maleza de las fincas abandonadas que hay en el entorno y que son de su propiedad y también para que ordene su limpieza al resto de los propietarios. Según el vecindario, esta queja fue expuesta en numerosas ocasiones al Ayuntamiento sin que, hasta el momento, hubiese ninguna actuación por su parte.

El vecindario se queja de que las mencionadas fincas son un foco insalubre de basura y ratas y que, además, varias de ellas tienen unos pozos "cunha profundidade considerable", procedentes de la antigua industria cárnica Abella, que están sin tapa y que son un peligro para los chavales que acuden allí habitualmente a jugar.

El BNG, por su parte, denunció que actualmente no hay nadie en el Concello que se haga cargo de los asuntos relacionados con la limpieza de solares privados. Según este partido, esta situación se debe a que finalizó el contrato de la persona que se encargaba de las comunicaciones y de los expedientes de limpieza y que esta plaza no fue repuesta.

El concejal de medio ambiente, Daniel Piñeiro, afirmó, a este respecto, que la administrativa que llevaba parte de este trabajo se jubiló pero negó que eso implicase que "o Concello non siga vixiando o estado das parcelas, avisando aos titulares e desbrozando subsidiariamente". Daniel Piñeiro insistió en que este servicio será reforzado con más personal "unha vez que se poida", quizás en octubre.

También argumentó que "quen se ten que facer cargo da limpeza dos solares son os propietarios". Según Piñeiro, "o Concello vixía as parcelas e avisa os propietarios".

El BNG discrepa y dice que una vecina de Camiño Real expresó sus quejas contra el Concello que, según ella, no vigiló el cierre de una finca cercana, que debería ser de 2 metros de alto y no de 1,5, para evitar que la maleza vuelva a salir a la calle.

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