El anciano de Montirón estuvo más de 20 horas perdido

Los vecinos lo encontraron en una zona de difícil acceso, tumbado entre la maleza y sin apenas reaccionar
Un momento del rescate. SEBAS SENANDE
photo_camera Un momento del rescate. SEBAS SENANDE

Tras más de veinte horas sin tener noticias sobre el paradero de su vecino Domingo Flores Real, de 87 años, los residentes de Montirón decidieron organizarse y realizar una batida por la zona, una historia de suspense que acabó con final feliz. Los vecinos rastrearon zonas y senderos que pasaron desapercibidas para las fuerzas y cuerpos de seguridad y en poco más de una hora localizaron al octogenario, que se encontraba tumbado en el suelo entre la maleza, consciente, pero sin apenas reaccionar.

La voz de alarma saltó sobre las dos del mediodía del sábado, cuando el hombre –que vive con dos hijas– no regresó a su casa para comer. Tal y como explicaron sus conocidos, el octogenario solía salir a pasear por las inmediaciones de su domicilio y pasaba horas sentado en los bancos ubicados al lado del local social, pero el sábado no estaba en ninguno de los lugares que frecuentaba.

La familia llamó entonces a las fuerzas y cuerpos de seguridad y tanto la Policía Local como la Nacional organizaron un amplio dispositivo de búsqueda, pero no lograron localizarlo. La preocupación fue aumentando poco a poco y los vecinos -conscientes de que cada minuto que pasaba jugaba en contra de la salud del anciano- decidieron unirse para realizar una batida. "Por este barrio hay sitios muy complicados, de difícil acceso, por lo que hay que conocer muy bien la zona para llegar a ellos. Al ver que pasaban las horas y que la Policía no era capaz de localizarlo, decidimos hacer algo", explicaron.

Más de una veintena de residentes se citaron a las once de la mañana de este domingo, cuando el octogenario llevaba cerca de 20 horas desaparecido, y se dividieron para peinar la zona. "Domingo tiene problemas de movilidad y había salido de casa en zapatillas, por lo que no podía haber llegado muy lejos. Empezamos a recorrer senderos y a buscar entre la maleza, pero al principio ni rastro".

Finalmente –cuando había pasado poco más de una hora– un vecino observó un bulto de color rojo en medio de unos matorrales y se acercó. "Era Domingo. Estaba tumbado entre la maleza, en una zona totalmente salvaje, debajo de un carballo. Es una zona muy arbolada, por lo que, seguramente, ni tan siquiera lo hubieran visto los drones", comentaba uno de los participantes en la batida. El octogenario estaba consciente, pero apenas se movía y tampoco era capaz de explicar lo que le había sucedido. "Le preguntamos varias cosas, pero solamente decía que estaba bien. Sin embargo, se veía desorientado y tenía diversas heridas, así que llamamos al 091. Fue una alegría encontrarlo, ya que no se podía mover y tampoco gritaba para pedir ayuda. Si tardamos un poco más, creemos que el desenlace podría haber sido trágico".

La Policía Nacional acudió al lugar con los sanitarios del 061 y rescataron al hombre. "Tuvieron que trasladarlo en una camilla a pulso, ya que la ambulancia no podía acercarse y tampoco pudieron utilizar una camilla con ruedas", señalaron. El octogenario fue trasladado al Hula, donde ayer por la tarde permanecía ingresado.