Vecinos de A Ponte piden que no se deje a camiones circular por un acceso

Reclaman más medidas de seguridad porque denuncian que los vehículos entran a mucha velocidad y que el paso de cebra casi no se ve
Camión que llega al barrio por la vía en la que los residentes quieren que se limite su paso.
photo_camera Camión que llega al barrio por la vía en la que los residentes quieren que se limite su paso.

Vecinos de A Ponte reclaman que se impida la circulación de camiones por una de las vías de acceso al barrio, sobre la que también demandan más medidas de seguridad. Los residentes se refieren al acceso que va desde el llamado puente blanco hasta la carretera vieja de Santiago a través del Camiño Rego da Laxe.

La seguridad de esta vía ampliada con la construcción del nuevo puente es otra de las quejas recurrentes de los vecinos, ya que no tiene arcenes marcados y el paso de peatones luce casi despintado. Sandra Ceide, portavoz vecinal, explica que muchos vehículos toman la curva con demasiada velocidad y que, justo al entrar en la calle, se encuentran con un paso de cebra poco claro. «Varias veces, alguien me ha comentado que tenía miedo de ser atropellado mientras cruzaba», señala.

El paso de camiones tampoco resulta sencillo porque se trata de una vía estrecha. Si la circulación de turismos ya es percibida por los viandantes como peligrosa, en el caso de los camiones mucho más.

Los residentes demandan que se limite el paso por esa vía solo a los turismos y motos para incrementar la seguridad. Igualmente, reclaman que se pinte correctamente el paso de peatones y los arcenes, para separar la zona de peatones de la carretera propiamente dicha, ya que solo tiene un pequeño tramo de acero justo en la intersección con la carretera vieja de Santiago.

AUTOBUSES. Los vecinos valoran en cambio el incremento en el número de frecuencias de los autobuses que van al barrio, aunque algunos se lamentan de que haya tardado tanto en materializarse una demanda que venían manteniendo desde hace más de un año, cuando se inauguró el puente romano restaurado y se aplicó la peatonalización. Especialmente, aprecian el caso de la línea 2, que une el cementerio y Albeiros y que antes paraba cuatro veces al día en el barrio y ahora lo hará en ocho ocasiones. Además, el bus parará justo al lado de puente romano, donde efectuará el giro, cuando antes lo hacía a la altura de la Rúa Brétema.

Con respecto a la otra línea, la 7 que une cementerio y As Gándaras y que tendrá cinco frecuencias nuevas, Ceide admite que los vecinos no la ven tan necesaria y que entienden que beneficia fundamentalmente a los usuarios del autobús urbano que viven en Lugo y quieren ir a Polusa.