Vecinos del barrio Feijoo denuncian una cuarta okupación en la zona

Apareció allanada una nueva vivienda en la calle Juana de Ibarbourou, donde ya hubo varios casos

Vivienda en el 24 de la calle Juana de Ibarbourou, que apareció allanada por desconocios. XESÚS PONTE
photo_camera Vivienda en el 24 de la calle Juana de Ibarbourou, que apareció allanada por desconocios. XESÚS PONTE

Una nueva vivienda del barrio Feijoo fue okupada este sábado mismo, según denunciaron vecinos de la zona, que hace ya tiempo que vienen alertando de la degradación que sufre esta parte de la ciudad debido a este tipo de allanamientos, cada vez más frecuentes. Este nuevo caso sucedió en la calle Juana de Ibarbourou, donde hay otra vivienda okupada y llegó a haber otra más, pero en este último caso los okupas se ausentaron y el propietario aprovechó para tapiarla. A estas, hay que sumar otra casa que se encuentra en condiciones similares desde el verano y que está situada frente al jardín que hay entre las calles San Lourenzo y Perpetuo Socorro.

La última intromisión, la que se produjo ayer mismo, según los vecinos, tuvo lugar en una vivienda aledaña a la que permanecía okupada desde hace tiempo en la calle Juana de Ibarbourou. Ambos inmuebles están comunicados en la parte de atrás por una especie de pequeño patio y los vecinos están convencidos de que fue esta vía la que aprovecharon los intrusos para entrar.

Los okupas estuvieron durante este sábado arrastrando muebles y tirando cosas hacia esta zona común y la parte de atrás. La trasera de estos edificios da al colegio de Paradai, donde durante la semana hay niños a diario, pero eso no impide que los okupas "tiren cosas continuamente", aseguran los otros residentes.

Los vecinos alertaron al propietario del inmueble afectado y a la Policía, que se trasladó hasta el lugar y habló con, al menos, una de las personas que entraron en la casa, aunque sin conseguir que se fueran.

Los residentes del barrio Feijoo llevan tiempo denunciando ante todas las instituciones la degradación social y urbanística que está experimentando la zona desde que comenzaron la okupaciones. Aseguran que las molestias no solo afectan a los propietarios de los inmuebles okupados, que también, sino al resto del vecindario, ya que los intrusos hacen mucho ruido a cualquier hora del día o de la noche, hay broncas continuas, trapicheo de droga y coches a todas horas y tiran objetos de todo tipo a los tejados y patios circundantes. "Acabaremos siendo extraños en nuestra propia calle", señalaba ayer una de las personas afectadas.

Los vecinos se sienten abandonados y asisten indefensos al deterioro de su entorno. Según alguno de los residentes legales, en fechas próximas intentarán organizarse para buscar por su cuenta una solución que las instituciones no les aportan. "Tendremos que pensar en costearnos a alguien para garantizar la seguridad", indicaba.

Objetos tirados desde una vivienda okupada a un tejado próximo. EP

Objetos tirados desde una vivienda okupada a un tejado próximo. EP

 

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