La Policía Local identificó y abrió diligencias contra el conductor que sembró el pánico por varias calles de Lugo circulando a gran velocidad y haciendo trompos. El joven —de 27 años y sin antecedentes por delitos de tráfico— acabó colisionando contra las vallas de seguridad de la Ronda da Muralla y se dio a la fuga, dejando herido a un peatón.
Los agentes se movilizaron sobre las once de la noche del pasado viernes, cuando un ciudadano llamó a la sala del 092 para comunicar que había observado como un turismo de color azul realizaba un trompo para acceder desde la Rúa Emilia Pardo Bazán hasta Ramón Montenegro, en dirección hacia Fontiñas. El vehículo circulaba a gran velocidad y el testigo lo perdió de vista, pero siguió escuchando el ruido del motor y de repente observó como volvía a aparecer por la Rúa Paxariños, en dirección a San Roque.
El hombre llegó a temer por la integridad física de su mujer y de su hijo, por lo que les pidió que se introdujeran en un portal, mientras el turismo continuaba la marcha por San Roque hacia la Ronda da Muralla. Justo en ese momento, el viandante escuchó un fuerte ruido y se aproximó a la Ronda, donde observó un gran revuelo de gente y varias vallas de seguridad para los peatones esparcidas por la acera. Según los testigos, el conductor que circulaba de forma temeraria impactó contra la valla, en las inmediaciones de la puerta de San Pedro, y se dio a la fuga de inmediato.
Dos patrullas del Grupo Operativo Nocturno acudieron al lugar y se entrevistaron con los testigos, que habían anotado la matrícula del coche. Varios viandantes tuvieron que correr hacia la zona ajardinada próxima a la muralla para evitar que el vehículo los arrollara, pero uno de ellos fue alcanzado por las vallas, por lo que sufrió heridas en un pie y fue trasladado a un centro médico.
Los agentes iniciaron de inmediato una investigación y poco después localizaron el turismo estacionado en la calle Montero Ríos. El coche fue trasladado hasta el depósito municipal, donde quedó inmovilizado, y los policías localizaron a su propietaria. La mujer les contó que el turismo lo utilizaba su hijo y les facilitó la dirección de su domicilio actual.
La Policía identificó al conductor y, ya por la mañana, se puso en contacto con él para que acudiera a la jefatura. El joven se presentó en las dependencias policiales y explicó que se había quedado dormido al llegar a su casa y que se había marchado del lugar del accidente porque no le había causado daños a nadie y se había asustado, ya que tenía miedo a ser denunciado "por quebrantar el toque de queda". El equipo de Atestados revisó las imágenes de las cámaras de tráfico e instruyó diligencias contra el conductor como autor de un delito contra la seguridad vial, "por conducir de forma manifiestamente temeraria, poniendo en concreto peligro la vida o la integridad de las personas".
El joven, sin antecedentes por delitos de tráfico, dijo que se marchó por miedo a que lo multaran por saltarse el toque de queda
ALCOHOL. Esa misma noche, alrededor de la una y media de la madrugada se produjo otro accidente prácticamente en el mismo lugar. Tal y como señaló este miércoles el portavoz del cuerpo, un turismo que circulaba por la Rúa San Roque accedió a la Ronda da Muralla y chocó de frente con la rueda contra el bordillo de la acera. El conductor intentó darse a la fuga, pero no pudo porque tenía la rueda reventada.
El hombre fue interceptado por una patrulla del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local en la calle Montero Ríos y los agentes comprobaron que presentaba "signos de embriaguez", por lo que fue sometido a las pruebas de alcoholemia y arrojó un resultado de 0,68 miligramos por litro de aire espirado, más del doble de lo permitido. Los policías le abrieron diligencias como investigado como autor de un delito contra la seguridad vial y tendrá que someterse a juicio.
