Los ataques vandálicos cuestan miles de euros todos los años a los lucenses y el Ayuntanmiento acaba de poner cifras a lo que han supuesto los destrozos en las pasarelas colocadas en O Carme para facilitar los paseos por esa zona de la ciudad: se ha triplicado ya la inversión inicial prevista para la instalación de barandas.
El coste inicial del parapeto fue de casi 2.000 euros y con la nueva reposición que se va a hacer ahora el desembolso llegará a los 6.000 euros, detalló el gobierno local.
Tras los últimos destrozos, el Concello avanzó que acometerá por segunda vez la reparación de los parapetos de protección instalados en un tramo de cuarenta metros de la calle Vicedo.
La baranda, que se había instalado en mayo del año pasado, se repondrá después de Semana Santa y la alcaldesa, Lara Méndez, pidió este jueves respeto y civismo al patrimonio de la ciudad.
La protección está colocada en una zona en la que hay desnivel y el objetivo es evitar accidentes. En esta tercera intervención se actuará para reforzar la zona y evitar desprendimientos.
