De no haber sido escrita en 2009 se podría asegurar que el estado actual de muchas calles de Lugo inspiró al cantante colombiano Juanes cuando compuso la canción "Fíjate bien". Su letra, "fíjate bien donde pisas, fíjate cuando caminas, no vaya ser que una mina te desbarate los pies amor" sirve de perfecta banda sonora para explicar la situación que viven muchos vecinos de la ciudad por culpa de zanjas abiertas, obras inacabadas y aceras repletas de vallas que obligan en muchos casos a invadir la calzada, con el peligro que ello implica.
El ejemplo más paradigmático es el que se vive en la Rúa Frai Plácido Rei Lemos desde las fiestas patronales. En pleno San Froilán, las casetas del pulpo y los vecinos de la zona se quedaron sin suministro de agua durante dos días por un problema en la red de aguas. Para solucionarlo se levantaron varios tramos de acera que, tres meses después, continúan sin ser arreglados.
Parecida es la situación que se observa en varios tramos de la Avenida da Coruña. Unas vallas obligan a aglutinar el tráfico de vehículos en la entrada desde la Ronda da Muralla. Esta circunstancia ocurre desde el pasado jueves y ha provocado numerosos tapones en una zona en la que el tráfico debe ser fluido.
Unos metros más adelante, en el cruce de la avenida con la Rúa García Abad, una gran zanja vallada
obliga a los viandantes a rodearla desde el pasado 27 de diciembre. Casi tres semanas de trabajo en una de las zonas que más vehículos y peatones reúnen a lo largo del día y que ha provocado la indignación de los vecinos, cansados de que este tipo de zanjas y baches se instalen durante semanas -o meses- en la ciudad sin que nadie haga algo al respecto.
En la Ronda da Muralla, a la altura del número 48, la acera también permanece vallada desde hace años ante el riesgo de desplome del edificio, que amenaza con desplomarse por su mal estado.
HIELO. Las bajas temperaturas que se han registrado durante los últimos días han convertido muchas puntos de la ciudad en verdaderas trampas. La última de ellas se encuentra en la esquina de la Rúa Monforte con Río Sil, acordonada desde el lunes de la pasada semana por el resbalón de dos mujeres, una de las cuales se rompió la cadera en el desafortunado accidente.
No es el primer caso de vecinos de Lugo que resbalan por una placa de hielo. El pasado 4 de enero una mujer se precipitó por las escaleras entre las calles Villaverde y Sanxillao sufriendo golpes en la cabeza y las extremidades. Tras ser atendida en el centro de salud de Fontiñas, decidió interponer una denuncia para reclamar al Ayuntamiento los daños físicos sufridos y el coste de las gafas que llevaba puestas.
