De Lara deja libre al hombre de 28 años detenido por dejar embarazada a una niña de 14

La chica, que se ha sometido a un aborto, se ha ido a vivir a Baleares, por lo que la jueza no cree necesario que él siga en prisión

Pilar de Lara. J.VÁZQUEZ
photo_camera Pilar de Lara. J.VÁZQUEZ

La jueza Pilar de Lara ordenó la puesta en libertad del hombre de 28 años que permanecía en prisión desde el 15 de enero, acusado de un delito de abuso sexual a menores, tras haber mantenido una relación consentida con una niña de 14 años que se quedó embarazada. De Lara considera que, tras la declaración tomada a la chica el pasado miércoles, han variado sustancialmente las circunstancias por las que se le mantenía en prisión, por lo que lo deja en libertad con medidas cautelares.

El principal cambio en dichas circunstancias, tal y como se recoge en el auto judicial, es que la niña y su familia se han trasladado definitivamente de ciudad. En estos momentos, la chica y su familia están viviendo en Baleares, lo que hace mucho más difícil que el investigado pueda presionarla de algún modo o entorpecer la instrucción. No obstante, mantiene las medidas de prohibición de acercamiento o comunicación con la víctima, le mantiene retirado el pasaporte y debe firmar en el juzgado todas las semanas.

Pero no es ese el único cambio notable que afecta al caso. Según pudo saber este diario, la menor se ha sometido legalmente a un aborto, lo que hace imposible llevar a cabo las pruebas ordenadas tendentes a determinar la paternidad. Esa prueba era fundamental para contrastar las dos versiones existentes. Pese a que no estaba en duda que las relaciones existieron y que fueron consentidas, la niña asegura que esas relaciones fueron plenas y que fue él quien la dejó embarazada; por su parte, el hombre declaró que sí hubo un noviazgo corto, pero que las relaciones se limitaron a besos y tocamientos.

La existencia o no de penetración es de suma relevancia: en caso de condena por abusos sexuales a un menor de 16 años, la pena puede ir de dos a seis años; si ha existido penetración, la pena sube de ocho a doce años. Para determinar este extremo en el caso de Lugo, el hombre accedió a entregar una muestra de su ADN para que se pudiera realizar una prueba de paternidad, que el aborto de la menor ha hecho imposible.

Tampoco se ha completado todavía, según parece la prueba de madurez de la niña, tendente a comprobar si su grado de desarrollo físico y sexual podría dar lugar a que aparentase más de esos 14 años. El chico aseguró que cuando mantuvieron su breve noviazgo él pensaba que ella tenía 16 o 17 años. No obstante, la jueza Pilar de Lara sí pudo hacerse una idea al respecto durante la exploración (interrogatorio) del miércoles a la menor, que se realizó vía videoconferencia.

En ese acto, la chica mantuvo en todo momento su versión inicial, que las relaciones fueron consentidas —aproximadamente un mes antes de la detención del hombre— y que fue el acusado el que la dejó embarazada. Sin embargo, también habría reconocido que esa no fue su única relación sexual, sino que antes también se había acostado con un chico, en esta ocasión menor de menor de edad.

"Toda vez que la menor continúa manteniendo su inicial versión", escribe la magistrada en su auto, "existiendo por tanto relatos contradictorios, es preciso practicar diligencias tendentes al esclarecimiento de los hechos". Ante la necesidad de prolongar la instrucción, y dado que ya han desaparecido buena parte de los riesgos que determinaron el ingreso en prisión del acusado, decide su puesta en libertad con medidas cautelares que, en su opinión, son más que suficientes en este momento de la investigación.

La diligencia más inmediata en este asunto será la que se practique este viernes en el juzgado de instrucción 1, donde está citada a declarar otra menor: se trata de la sobrina del detenido y, a la vez, amiga de la víctima, que fue la persona a través de la que establecieron relación. Se espera que su testimonio pueda ayudar a esclarecer algunas contradicciones entre las declaraciones de ambos, tanto sobre la naturaleza de su relación y hasta dónde llegó como del modo en que acabó: la menor dice que fue ella la que pudo fin y que él siguió acosándola; él asegura exactamente lo contrario.