Investigadores del departamento de Produción Vexetal de la USC, a los que la Xunta les tiene encomendado el control de maleza en la muralla, están haciendo pruebas con aceites esenciales de especies aromáticas para eliminar hierbas del monumento. Esta técnica ha dado buenos resultados en las pruebas de laboratorio y ahora se está aplicando de forma experimental en algunas partes del monumento, explicó el responsable de la investigación, Antonio Rigueiro. "Trátase de produtos naturais, non químicos de síntese, que inhiben ou dificultan a xerminación das especies que colonizan a muralla".
Según indicó Rigueiro, las pruebas de laboratorio demostraron que "cando estas sustancias entran en contacto coas sementes destas especies, especialmente coas de parietaria judaica, que é a máis resistente, dificultan a xerminación". Ahora, gracias a un convenio con Resconsa, la empresa que realiza las labores de conservación, se han aplicado en fragmentos de la muralla, que aparecen cubiertos con una lona para ver si "afectan ou non".
Las hierbas que colonizan el monumento "non son só un problema estético, senón que como se meten entre as pedras tamén afectan á súa conservación"
"Se funcionara, de cara ao futuro poderiamos ter case limpa a muralla ao ir controlando o nacemento das sementes", explicó Rigueiro, que matizó que esta técnica no soluciona, sin embargo, el problema cuando se trata de plantas ya nacidas. Para estos casos habría que usar otras técnicas.
El convenio tiene vigencia hasta el mes de abril y, por el momento, está previsto hacer dos aplicaciones: la que se está realizando estos días, entre Porta Miñá y Bispo Odoario, y una segunda aplicación a finales de este mes.
Las hierbas que colonizan el monumento romano "non son só un problema estético, senón que como se meten entre as pedras tamén afectan á súa conservación", indicó el catedrático de Produción Vexetal.
No es este el primer experimento que ponen en marcha los investigadores del campus para dar con un método efectivo e inocuo que permita mantener limpia la muralla. Hace algunos años también se probó con una técnica conocida como solarización, que consiste en cubrir los lienzos con plásticos para evitar que entre oxígeno y, a la vez, propiciar que suba la temperatura. De este modo se consigue secar las semillas.
El experimento, que se realizó tanto con plásticos transparentes como opacos, "funcionou ben", explicó Rigueiro, "pero aos responsables da conservación non lles gusta a idea de poñer de loito a muralla", indicó en relación al modus operandi, que implica tener tapados alternativamente tramos de la muralla durante uno o dos meses. "Quizáis a Unesco tampouco o aprobaría, pero nós, como encargados do estudar o problema temos que probar todas as técnicas", apuntó Rigueiro.
