Salir de fiesta por la noche y orinar en la vía pública para saltarse la cola del baño en los establecimientos de hostelería parece una costumbre demasiado extendida entre los jóvenes lucenses. De hecho, solo en la noche del sábado al domingo, los agentes de la Policía Local de Lugo denunciaron a un total de 37 personas por mear en la calle en pleno casco histórico -27 varones y diez chicas-, la mayoría en la zona de la Travesía do Miño, en el barrio de A Tinería.
Según explicó este lunes el portavoz del cuerpo, muchos de los infractores eligieron como urinario la fuente de A Pinguela, un monumento visitado habitualmente por los turistas que recalan en la capital y que, debido a la actitud de estos jóvenes, se llevarán sin duda una imagen bastantes desagradable de la zona.
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Pero además de incívica, orinar en la vía pública es una conducta que acarrea sanciones económicas considerables, ya que pueden alcanzar los 900 euros cada una. El instructor de la Policía Local que realiza el atestado es el encargado de proponer en cada caso concreto la multa más adecuada a las circunstancias, que en las infracciones detectadas el fin de semana se prevé elevada, ya que fueron llevadas a cabo en pleno casco histórico y en un lugar muy concurrido durante todo el día. Si se fija la cuantía máxima en todas ellas, las multas de la noche del sábado sumarían un total de 33.300 euros.
DOS LOCALES DENUNCIADOS. El dispositivo de vigilancia de la Policía Local en la madrugada del sábado al domingo se saldó también con dos locales de ocio nocturno denunciados por sendas infracciones a la Ley de Salud de Galicia, "ya que el reponsable no solicitaba a los clientes que accedían al interior de los locales la exhibición de certificado Covid ni la prueba diagnóstica negativa realizada 72 horas antes, o el certificado de recuperación", señalaron.
Los dos locales denunciados están ubicados en la Rúa Catedral, donde la actividad de algunos establecimientos ha provocado en las últimas semanas multitud de quejas vecinales. Los residentes de la zona aseguran que algunos hosteleros incumplen de forma sistemática las normas, ya ponen la música a todo volumen y abren las puertas de sus negocios después del horario obligatorio de cierre. Precisamente, en la noche del sábado al domingo, los agentes del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local denunciaron a un local por incumplir el horario de cierre.
