Los vecinos de A Piringalla, así como algunos grupos políticos en el Concello, no consideran suficientes las medidas para el control del tráfico anunciadas por el gobierno local para intentar reducir la siniestralidad. En particular, llaman la atención sobre la gran cantidad de cruces peligrosos que hay en un trecho corto.
El principal de ellos, según recordó este miércoles Lugonovo, es el de la confluencia de las calles Dona Urraca, Mazaira, Mar Cantábrico, Reverendo Xosé Fernández Núñez, Milagrosa y Camiño Real. "Cremos que a medida máis acaída é a construción dunha rotonda que regule a incorporación dos vehículos ás distintas travesías e que funcionaría dunha forma moito máis eficaz que un simple semáforo ou a sinalización horizontal que hai agora e pedirémoslle a Policía Local que estude esta opción", dijo la edil Cristina Pérez Herraiz.
La portavoz Lugonovo hizo especial hincapié en la desprotección de los viandantes, ya que en su opinión a pesar de haber hasta cinco pasos de cebra en las cercanías, la cantidad de maniobras automovilísticas que se concentran en ese espacio de menos de cincuenta metros, convierten al caminante en una potencial víctima, a más vulnerable, de un descuido en la conducción.
Pero no es este el único cruce peligroso de A Piringalla. El siguiente yendo hacia los depósitos del agua, el de Santo Grial y Manuel María, también suma la confluencia de cuatro calles, y si se sigue en dirección a los institutos se encuentra un tercero con otras tres calles, una de ellas en doble sentido con la complicación a mayores de que es una zona con gran movimiento de estudiantes.
La velocidad de muchos conductores complica el riesgo.
Urgen actuaciones en los cruces peligrosos de A Piringalla
En poco espacio hay hasta tres intersecciones complicadas, una de ellas con cinco calles
