Urbanizaciones sin transferir recurren a ayudas públicas para arreglar viales

As Regas captó fondos de la Diputación y de la Xunta al renunciar a ceder las pistas, un proceso que obligaba a gastar 84.000 euros

Una de las pistas sin transferir al Concello de la urbanización As Regas. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Una de las pistas sin transferir al Concello de la urbanización As Regas. VICTORIA RODRÍGUEZ

LUGO. Las subvenciones públicas son el recurso que tienen los propietarios de urbanizaciones de viviendas del municipio cuyas calles no están transferidas al Concello para conseguir arreglar los viales deteriorados. El complejo y costoso proceso que supone conseguir que los técnicos municipales den el visto bueno a la recepción de estos polígonos de viviendas obliga a las comunidades de propietarios a constituir asociaciones vecinales para pedir ayudas con las que acometer las obras.

Esta fue la vía utilizada por los residentes As Regas, en la parroquia de Carballido, una urbanización situada a siete kilómetros de la capital y que comenzó a fraguarse a mediados de los años 80 con la construcción de las primeras viviendas. Con el paso de los años, las parcelas edificadas fueron creciendo hasta completar más de 80, como recuerda Armando Carballeira, representante de la asociación vecinal. Con el paso de los años y el crecimiento de la zona, fue necesario acometer el asfaltado de pistas, aunque una vez fue legalizada la urbanización en el PXOM, el mantenimiento de los viales pasó a ser competencia de los propietarios de las fincas, unas 130 si se cuentan las que están sin edificar.

«Es una urbanización muy grande, con unas 23 pistas, y hacer las obras necesarias para que sea recibida por el Concello nos costaría mucho. Hace unos años hicimos un cálculo y nos suponía unos 84.000 euros», explica Carballeira. Añade que de momento han descartado una cesión y han optado por acometer desde la asociación vecinal las obras de reparación de las pistas, recurriendo a ayudas de la Xunta y la Diputación, que les suelen financiar el 80% del coste total de cada proyecto. «Ahora nos quedan dos zonas por arreglar y para una de ellas ya estamos tramitando la petición de la subvención», explica este vecino, que admite que con esta vía de financiación han conseguido también levantar un local social.

Mientras, los propietarios de la urbanización Bella Vista, detrás del Hotel Santiago, lograron la cesión de los viales después de un «largo proceso», como admite una de las residentes y gracias a ello consiguieron que el Concello les conectase hace unos meses a la red de abastecimiento y reasfaltase los viales.

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