"En urbanismo hay gente que trabaja muy bien, pero había dinámicas un poco obsoletas"

Paula Alvarellos, nacida en Pontecesures hace 58 años, ejerció la abogacía hasta hace tres, cuando pasó de ser una discreta afiliada del PSOE a dirigir las áreas de más peso y más conflictivas del Concello. Por el título de su concejalía la apoderaron la gobernanta, un apelativo que lleva con orgullo
La edila Paula Alvarellos. SEBAS SENANDE
photo_camera La edila Paula Alvarellos. SEBAS SENANDE

Hay momentos, evidentemente. Tengo 58 años, también el fondo físico afecta mucho, pero cansada de lo que estoy haciendo, no. Le digo la verdad, si lo que estoy llevando ahora tuviera que llevarlo al principio, sería imposible. Pero cuando surgió la circunstancia y me tocó asumir urbanismo, mi concejalía ya estaba muy encaminada.

Empezó como concejala de personal y de economía y hace casi un año asumió urbanismo. ¿Hasta cuándo?

Eso lo dirán los médicos. Es una cuestión de salud [la baja del titular, Álvaro Santos].

¿Acabará así el mandato? ¿Se está haciendo a la idea?

No, por supuesto que no. Eso no lo sé, pero Álvaro es el titular y yo, por el bien de todos, pero sobre todo por él, espero que sea más pronto que tarde.

¿Se entiende mejor la problemática de urbanismo una vez dentro? ¿En algún momento tuvo ganas de hacerse un Miguel Couto [edil que dimitió]?

La verdad es que no. Es más, me gusta urbanismo.

¿Tuvo que hacer un curso acelerado o traía aprendido de casa?

Ciertos conocimientos sí tengo, porque en derecho también se estudian las herramientas básicas jurídicas. Y luego, llevar más de 40 años con un arquitecto en casa, te ayuda mucho.

¿Y qué opina ese arquitecto de la gestión municipal?

Es bastante consciente de la situación de este Concello, por los años de trabajo. Está muy de acuerdo en el objetivo que me puse desde el principio, que era cambiar las dinámicas. No es que me lo pusiera yo, sino que seguí la línea de Álvaro.

Hay quien vio una oportunidad perdida de cambiar dinámicas con la incorporación de técnicos de fuera del Concello, como quería Couto para algunas jefaturas.

En eso estamos trabajando. Ese cambio de dinámicas se produce fundamentalmente cuando se producen las oposiciones el año pasado. Tenemos dos arquitectos ya funcionarios y en este momento se está celebrando otra oposición para otros dos. Lo que cambia la dinámica precisamente es intentar que entre gente de fuera, funcionarios, gente nueva, joven y con muchas ganas de trabajar.

¿Falta de eso en el Concello? ¿O de qué hablamos cuando hablamos de cambiar dinámicas?

Yo creo que hay gente dentro que, sin ser de fuera y sin ser excesivamente joven, sí se está adaptando a las dinámicas de trabajo. Quizás había unas dinámicas un poco obsoletas. Gente que trabaja muy bien pero que quizás no resuelve con la prontitud que en este momento nos exige la sociedad.

¿Y por qué cree que sucede eso?

La burocracia, fundamentalmente. Uno de nuestros objetivos, como fue también en mi concejalía, fue simplificar la tramitación, ser mucho más dinámicos en la respuesta.

Cuando la oposición, los arquitectos, los promotores... se quejan de la tramitación municipal, el gobierno tiende a, si no negar el problema, sí minimizarlo. Sin embargo, algún problema debe haber cuando el gobierno no deja de hacer cambios para intentar mejorar la gestión. ¿No cree que sería más provechoso, también políticamente, ser más receptivo a las críticas y a las propuestas?

Yo soy totalmente abierta tanto a las críticas como a las propuestas, lo que pido es que me dejen trabajar, porque los resultados de los cambios no se producen de un día para otro. De todas formas, hay gente que sale criticando todos los días en el periódico y ni siquiera viene a las comisiones de urbanismo cuando debería. Lo que le pido [alude al viceportavoz del PP, Antonio Ameijide] es que arrime el hombro y trabaje.

El PP propuso hace meses emplear Entidades de Certificación de Conformidad Municipal (Eccon) para agilizar las licencias, el gobierno lo rechazó y ahora propone lo mismo con el Colegio de Arquitectos.

Nosotros lo que queremos garantizar es servicios públicos mientras podamos. El colegio es una corporación de derecho público, no una empresa privada.

De más difícil arreglo son, quizás, los problemas de personal. Bajas, alguna jefatura en precario, un técnico expedientado...

Eso no son problemas de personal. Yo me pregunto, ¿en el edificio de la Xunta o de Hacienda hay algún funcionario expedientado? Puede que sí. Eso es el día a día. En urbanismo, la gente que está en este momento está trabajando muy bien. Claro que cuestan los cambios, simplificar los procedimientos, estar más coordinados porque hay gente que lleva muchos años trabajando de una manera, pero está respondiendo muy bien.

Son constantes las quejas por los distintos criterios de los técnicos municipales.

Cada técnico es independiente, tiene su criterio, y nosotros lo respetamos, es el que firma el informe, el responsable. Lo que tratamos es de unificar criterios, con reuniones todas las semanas de las tres jefaturas del área de desarrollo sostenible. Y cuando no hay acuerdo se pide informe jurídico.

Sobre la esquina de San Roque y la Ronda da Muralla. La propiedad de los terrenos tiene unos derechos adquiridos, ¿pero se plantea el Concello negociar para hacer otra cosa que no sea edificar, o no tanto como se aprobó?

Alvarellos, en su despacho. SEBAS SENANDE
Alvarellos, en su despacho. SEBAS SENANDE

De momento lo que se está haciendo es la urbanización. No se nos presentó ningún proyecto para licencia. En ese momento se estudiará. Hay unos derechos reconocidos que vamos a respetar. Eso no quiere decir que no se planteen otras posibilidades con la propiedad. Pero en este momento no está planteado.

¿Quién y cuándo se van a tirar las torres de O Garañón?

El Concello y en este mandato. Ahí hay varios procedimientos que se están desarrollando todos a la vez y se trata de ir de manera coordinada.

Queda un año de mandato...

Lo que puedo decir es que va a ser el Concello el que lo derribe y que va a ser en este mandato, indedos pendientemente de que después quedarán muchos flecos. Se están cumpliendo los plazos en las distintas fases programadas.

Pasemos a la economía. Gastamos más de lo que ingresamos, hay ordenanzas desfasadas, problemas en el cobro y el gasto va a aumentar en los próximos años por la inflación y por los nuevos servicios. ¿Le preocupa?

Cuando entré estabamos en una situación normal, las ordenanzas estaban desfasadas tanto antes como ahora, pero no vamos a obviar que pasamos dos años muy malos. El objetivo prioritario fue atender a los vecinos, las pymes y los autónomos, que son quienes sostienen la ciudad. Se hizo un esfuerzo muy grande. Se priorizó ayudar y ahora nuestra prioridad es equilibrar, que es nuestra obligación. Lo que no se puede es quejarse de que no hay ingresos y al mismo tiempo pedir que se den ayudas y bonificaciones.

¿Cómo? Si no es en este mandato, más pronto que tarde, la subida fiscal parece inevitable.

Yo no lo tengo previsto. El equilibrio se va a ir produciendo gradualmente. Creo que tenemos suficientes recursos y medios para poder equilibrar. Y hay una nueva jefa de servicio de economía y hacienda en la que confío mucho porque tiene las habilidades y la visión futura para lograr el equilibrio. Si en un momento vemos que no se puede, se estudiarán las distintas medidas.

Sigue habiendo demandas laborales, conflictos..., pero se puede decir que logró paz laboral tras años muy duros. ¿Cuánto le costó?

Conflictos no hay muchos... Yo no tengo esa sensación, y vengo de estar con los siete sindicatos. Demandas siempre hay. Cierto que nos lo tomamos como un camino, porque había que cambiar dinámicas, sacar muchas oposiciones, hacía falta mucha apertura, y creo que se hizo y se está haciendo, pero lleva mucho tiempo. La paz laboral me costó muchas reuniones, escuchar mucho a la gente, tratar de ser empática... Tengo que decir que el funcionario medio de Lugo es un buen funcionario. Y creo que está un poco cansado de tener el foco siempre encima. Son como los demás funcionarios públicos, ¿pero alguna vez se sabe lo que pasa en el edificio de la Xunta o en Hacienda? Y me imagino que habrá la misma problemática. En el Concello hay gente muy implicada. No hay más que ver lo que pasó con el plan Reanima. Para mí fue un antes y un después. La gente estaba en casa, se conectaba a cualquier hora y se ofrecía para sacar cosas aunque no fueran de su servicio. No sé si eso sucedió en otras administraciones.

"No puedo decir de esta agua no beberé, pero estoy a gusto"

¿Repetirá en 2023 si la alcaldesa se lo ofrece?

Es algo que no pienso en este momento. Sigo muy centrada en lo mío, me gusta, sigo teniendo ilusión. Si me lo plantea lo valoraré, como hice la otra vez. Si es un proyecto en el que me ilusione y me guste trabajar, seguiría.

Pasó de ser una discreta afiliada del PSOE a estar al cargo de las áreas de más peso y más conflictivas, tanto interna como externamente, y a presidir el PSOE local. Hay quien la ve en responsabilidades mayores.

No lo sé. El partido propondrá. Si alguien me propone algo que sea ilusionante... No puedo decir de este agua no beberé, pero en este momento estoy muy centrada y muy a gusto en la política local.

¿Qué fue lo más duro o difícil que tuvo que afrontar en su labor durante estos tres años?

Tantas cosas… Primero, sufrir la transición que sufrimos los que venimos de lo privado, de ser mi jefa, de organizar mi despacho con la gente que tenía… Y sobre todo, la mentalidad. En la privada tienes un proyecto, pones dinero y lo haces. Aquí no es una cuestión de dinero. Son los plazos, la fiscalización, el control… Yo soy un poco impulsiva, me gusta hacer las cosas rápido, y en la administración los tiempos no son iguales.

¿Con qué decisión propia o del gobierno se sintió menos a gusto o tuvo que dar más explicaciones?

En todas tuve que dar muchas explicaciones. Quizás la parte más humana, tener que abrir un expediente a alguien fue con lo que me sentí menos a gusto. ¿Y qué fue lo más satisfactorio? El día que aprobé la RPT fue un gran día. Mi primer presupuesto... Y ahora en urbanismo ver que, desde la instrucción de noviembre, empieza a cambiar la dinámica.

Ni el primer ni el segundo presupuesto la vimos presentándolo.

Bueno, yo lo defendí en el pleno. Lo presentó la alcaldesa con el portavoz del PSOE y el portavoz del BNG. La presentación es lo de menos. A mí de verdad que me gusta trabajar en mi despacho, como se ve, el trabajo interno.

Dice la oposición, alguna vez incluso en los plenos, que es soberbia. ¿Lo es o no le queda otra?

No. A ver, en un pleno también tienes que tener una imagen, una pose, pero no soy nada soberbia, para nada. De esas cosas, lo que me molesta es la falta de educación, cuando se dirigen a mí en determinados términos.