Unos 9.500 abonados del centro de la ciudad sufrieron este jueves cortes de luz

Uno de los apagones, de los que la compañía investiga su causa, se prolongó durante cerca de 20 minutos
Todos los semáforos de la Ronda dejaron de funcionar
photo_camera Todos los semáforos de la Ronda dejaron de funcionar

Circular por la Ronda da Muralla y por sus calles adyacentes entrañó este jueves por la tarde cierto riesgo para conductores y peatones porque todos los semáforos dejaron de funcionar. Esa caída de la red, que ocasionó atascos, fue debida a que se produjeron hasta tres cortes en el suministro eléctrico, uno de los cuales rondó los 20 minutos de duración.

Esta fue una de las consecuencias de esas idas y venidas de la luz que se registraron en la capital lucense entre las cinco y las seis de la tarde, aproximadamente. Se vieron afectados unos 9.500 abonados del centro de Lugo, según informó la compañía distribuidora, Barras Eléctricas Galaico-Asturianas (Begasa), que precisó que estaba investigando cuál pudo ser la causa.

Los cortes en el suministro eléctrico se produjeron dentro del casco amurallado y en su entorno, como en las calles Ourense, Montero Ríos o Serra de Ancares, entre otras. La incidencia de este apagón vespertino fue desigual. En algunas zonas de la ciudad se prolongó durante más tiempo que en otras.

Los establecimientos de hostelería y comercio, que se vieron afectados, siguieron con su actividad, aunque con ciertas complicaciones. Por ejemplo, las ventas se demoraban cuando los clientes querían pagar con tarjeta de crédito.

En las oficinas hubo más de un empleado que estuvo casi de brazos cruzados durante esa hora porque, aunque la luz iba y venía, temían perder el trabajo que realizaban en sus ordenadores. Esos intermitentes cortes también ocasionaron que se desprogramasen diferentes aparatos electrónicos, tanto en locales de atención al público como en domicilios particulares.

ATRAPADOS EN ASCENSORES

Además se vivieron otras situaciones de apuro. Es el caso de una madre y su hija, de menos de 10 años, que se quedaron atrapadas durante un cuarto de hora en el ascensor de su casa. Fue una situación que se repitió en otras viviendas, según el personal de una compañía de mantenimiento.