La unidad poscovid del Hula vio ya a 360 lucenses por secuelas de la enfermedad

Los pacientes que tuvieron formas más leves y pasaron la infección en su domicilio pueden ser deriven por su médico de Familia al hospital si después de tres meses, siguen manteniendo síntomas "prolongados y recurrentes"
Dos enfermeras atienden a un paciente con Covid-19 en el Hula.XESÚS PONTE
photo_camera Dos enfermeras atienden a un paciente con Covid-19 en el Hula.XESÚS PONTE

Unos 360 lucenses pasaron ya por la unidad poscovid del Hula para que el seguimiento de las secuelas de la infección. La inmensa mayoría son personas que tuvieron formas graves de la enfermedad, por lo que requirieron ingreso, ya fuera en la planta de hospitalización o en la Unidad de Cuidados Intensivos (Uci), pero alrededor del diez por ciento son pacientes con formas más leves, que la pasaron en su domicilio pese a lo cual siguen teniendo síntomas meses después.

El Sergas acaba de poner en marcha en todas las áreas sanitarias gallegas este tipo de unidades, pero, en realidad, ese plan no supone un gran cambio para la de Lugo, donde ya estaba operativa. Lo que sí hace es ordenar el flujo de pacientes y organizar la participación de los distintos servicios implicados de una manera más formal y, además, también establece qué pacientes y en qué momento pueden ser derivados a esa unidad.

Hasta ahora, a esta consulta se citaba a todos aquellos que habían sido ingresados por covid-19, exceptuando a usuarios de residencias y mayores encamados. Además, un pequeño porcentaje de los pacientes que habían pasado la enfermedad en casa pero que tenían síntomas persistentes fueron remitidos al hospital por su médico de cabecera a través de un programa de derivación rápida operativo en Lugo.

El objetivo de las unidades es el de descartar otros problemas de fondo, como la afectación pulmonar tras el covid-19

Ahora, el plan funcional de las unidades elaborado por el Sergas fija de qué manera se hace esa remisión y esa es, quizás, la mayor novedad para el área lucense ya que establece que, en el caso de pacientes que pasaron la enfermedad en sus domicilios, se hará si tiene "síntomas prolongados y recurrentes después de doce semanas o un empeoramiento clínico". Antes de los tres meses y si no se observa un agravamiento, por tanto, el seguimiento se hará solo en Primaria.

Si el facultativo de cabecera estima que los síntomas -de los que el cansancio y la tos son los más habituales, junto a la disnea de esfuerzo- persisten y conviene derivar al paciente, en la unidad del Hula el primer paso será el de descartar patología de base pulmonar, explica el coordinador, el internista especialista en Enfermedades Infecciosas, Ramón Rabuñal. Para ello hay previstas una serie de pruebas. El paciente recibe una radiografía de tórax y se le mide la saturación; si son normales, se les hace una una espirometría con difusión. El doctor Rabuñal advierte de que hay casos en los que los pacientes obtienen resultados normales en las distintas pruebas, de forma que la consulta sirve para descartar posibles problemas de fondo pero no se le puede ofrecer un tratamiento. Puntualiza que el objetivo de estas unidades poscovid es el de "comprobar que no hay problemas secundarios que se nos escapan". La organización formal de las unidades ayuda a adelantar plazos y a organizar agendas. Así, por ejemplo, si el paciente se tiene que hacer varias pruebas puede hacérselas todas en la misma mañana y tener los resultados ya listos a la hora de ir a la consulta. Si la unidad descarta un problema a mayores, el seguimiento de los pacientes con síntomas prolongados lo asume de nuevo el médico de Familia.

En el plan funcional hecho público por el Sergas se recoge el cuestionario de control que les hace a los pacientes de la unidad en la consulta que incluye preguntas sobre secuelas tanto sobre dolor torácico, tos, estado anímico o calidad del sueño.

Igualmente alude a síntomas menos frecuentes pero que también han presentado algunos pacientes como hinchazón de piernas, enrojecimiento o caída del pelo y otros que, sin ser exclusivos, sí son muy característicos de la enfermedad, como la pérdida de olfato o gusto. Igualmente, también cuenta con preguntas sobre la capacidad de concentración, ya que muchos pacientes dicen que la perciben mermada desde que pasaron la enfermedad, e incluso sobre habilidades para relacionarse con la familia.

Confusión de síntomas

El doctor Rabuñal explica que la unidad también sirve a veces para confirmar que algunos de los síntomas que se atribuyen al covid-19 se deben, en realidad, a otra cosas. Por esa consulta, por ejemplo, pasó un paciente con una profunda fatiga, que es uno de los síntomas más frecuentes, que finalmente se debía a una anemia causada por un cáncer de colon que no le había sido diagnosticado hasta entonces. La disnea se debe en otros casos a la hipoventilación por obesidad, por ejemplo.