La unidad de insuficiencia cardíaca del Hula ve a 200 nuevos pacientes cada año

El dispositivo de Cardiología ha logrado reducir sus reingresos al 7,7%, más de un punto por debajo de la media
Personal de la unidad de insuficiencia cardíaca de Cardiología del Hula. XESÚS PONTE
photo_camera Personal de la unidad de insuficiencia cardíaca de Cardiología del Hula. XESÚS PONTE

La unidad de insuficiencia cardíaca de Cardiología del Hula recibe cada año 200 nuevos pacientes. En estos momentos tiene a seguimiento a 755 y, desde que se puso en marcha, han pasado por ella más de 1.600. Pese a esos números, según explica la cardióloga Andrea López, es una enfermedad aún desconocida, con una serie de síntomas que muchos afectados empiezan atribuyendo a otras cosas por lo que tardan en consultar con el médico, lo que retrasa su diagnóstico y tratamiento y, con ello, el pronóstico.

"Uno de ellos es la fatiga al realizar tareas cotidianas como puede ser simplemente hacer la cama; la hinchazón, la ganancia rápida de peso que no es tal peso, sino acumulación de líquidos, la imposibilidad de dormir tumbado...", señala y recuerda que es "una enfermedad con una mortalidad alta, del 40% a los 5 años, pero que, en algunos casos, se puede tratar y mejorar o, al menos, detener su progresión", recuerda.

En el Hula hay dos unidades de insuficiencia cardíaca que trabajan conjuntamente. Los pacientes de mayor edad y con más enfermedades asociadas son seguidos y tratados por los internistas. Los pacientes más jóvenes, que pueden ser candidatos además de al tratamiento farmacológico a dispositivos o incluso a un trasplante cardíaco, son seguidos por los cardiólogos.

Los segundos tienen un tipo de la enfermedad que implica una capacidad del corazón de bombear sangre desde el ventrículo izquierdo igual o menor al 40%. El tratamiento consiste en la aplicación de cuatro tipos de fármacos, cuya administración debe ir aumentando progresivamente hasta intentar llegar a la dosis máxima tolerada por el paciente. "Es una artesanía", explica Carlos González Juanatey, jefe de Cardiología del Hula, acerca de la manera en la que se tiene que ir manejando la enfermedad en cada paciente hasta conseguir que se estabilice.

Una vez que se consigue, el objetivo es que continúe así. Algunos pacientes recuperan cierta fuerza del corazón, esa capacidad de bombeo. Otros no, pero detienen la evolución de la enfermedad. En los casos en los que el tratamiento no resulta eficaz se plantea, según explica la doctora López, la posibilidad de que se les implante desfibrilador y resincronizador e incluso, en algunos, de un trasplante de corazón.

La unidad de Cardiología del Hula -en la que, además de la doctora López, también trabajan los especialistas Margarita Regueiro, José María Viétez, Charigan Abou Jokh y la enfermera Argentina Viloria- ha conseguido bajar al 7,7% la tasa de reingresos de sus pacientes. Así aparece en el informe Recalcar, que elabora la Sociedad Española de Cardiología y en el que se comparan los resultados de la actividad de unos hospitales con el resto de los españoles de similar capacidad. La media de los centros del mismo nivel que el Hula es del 8,6%, según recuerda el doctor Juanatey.

Ese dato resulta de especial importancia porque cada nueva hospitalización incrementa en un 20% el riesgo de mortalidad de esos pacientes, por lo que evitar las descompensaciones graves se considera clave. El Recalcar recoge una mortalidad de esos pacientes en Lugo menor a la media.

Aquellos con sospecha clínica de la enfermedad pueden ser derivados desde Primaria a Cardiología con una vía rápida para que, antes de tres semanas, se les pueda hacer una prueba que confirme el diagnóstico.

En muchos casos deben ser inicialmente ingresados y en el hospital se les empieza a administrar el tratamiento y se procede a incrementarlo con seguridad, ya que los fármacos pueden provocar otros problemas. Al irse de alta reciben el teléfono de la unidad, que les permite contactar de manera rápida con la enfermera, una figura clave, para resolver cualquier duda o informar de alguna complicación. Será ella, en comunicación con los médicos, la que les dirá sobre algún ajuste en la medicación, la necesidad de pasar por consulta o el por hospital de día para recibir un tratamiento.

Rehabilitación cardíaca

El jefe de Cardiología del Hula asegura que los enfermos con insuficiencia cardíaca se benefician de la rehabilitación cardíaca, terapia que inicialmente se prescribía solo a pacientes tras un infarto. La unidad del Hula trata a ambos tipos de pacientes, algo que en Galicia solo hace también Santiago y, en menor medida Vigo.

La unidad de insuficiencia cardíaca del Hula cuenta con un equipo para analizar in situ los marcadores que revelan una descompensación.

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