Susto o risa. Ese fue el dilema este jueves en los variados actos que se celebraron por el Samaín. Fue también una ocasión para revivir tradiciones y, así, por ejemplo, en la vieja cárcel hubo un taller de elaboración de collares de castañas, para recrear la creencia de que por cada castaña comida se liberaba un alma del purgatorio.
En la cárcel también hubo talleres de maquillaje, velas y capas y en locales comerciales se repartieron dulces a los niños y Lugo Monumental colocó un escenario terrorífico, creado por Jesús Crende. Por la noche salió la Santa Compaña y se celebró el rastreo "A maldición das airas".
Las asociaciones de recreación histórica tienen hoy en el mercado, desde las 17.30 horas, talleres, chocolatada y, a las 20.30 horas, un desfile por la muralla.