DURANTE LOS MESES de julio y agosto todas las tiendas de ropa, desde las grandes multinacionales a los pequeños comercios, ofrecen ofertas y rebajas en sus productos. Y cada temporada, los consumidores se dejan llevar por la tentación irresistible que suponen las gangas sin pensar, muchas veces, en si tienen espacio para toda esa ropa o en si realmente la acabarán utilizando.
A la larga, esto hace que en poco tiempo se acumule mucha ropa y que no se sepa que hacer con ella. Sin embargo, antes de tirarla, y sobre todo antes de tirarla en vertederos incontrolados como los cuatro hallados estos días en Muxa, hay muchas otras opciones.
En primer lugar, se puede intentar reutilizar de alguna manera, los más creativos y manitas pueden transformar y elaborar nuevas prendas con la ropa que ya no utilizan o hacer patchwork, es decir, usar trozos de telas para hacer mantas, edredones, cojines o manteles.
Los que no sean aficionados a las manualidades, pero que tengan hijos pequeños pueden darles algunas de estas prendas para que jueguen y se entretengan. Por último, para aquellas prendas rotas, viejas, que estén muy gastadas o desteñidas se pueden hacer trapos y emplearlas para la limpieza de la casa.
La segunda opción es intentar dársela a algún amigo o familiar al que pueda interesarle. El resto de la ropa que no se quiera se puede donar a alguna de las múltiples iniciativas que hay en la ciudad de Lugo.
DONACIONES. La Fundación Humana tiene contenedores de ropa por toda la ciudad y los alrededores, como por ejemplo en el Ies Sanxillao, en el Ies Virxe dos Ollos Grandes o en el Eroski de A Milagrosa. En el primer semestre de 2019, Humana recogió 59 toneladas de textil usado, lo que equivale a 122.000 prendas, en toda la provincia de Lugo, 47,8 de ellas en los contenedores de la ciudad.
Además de los contenedores de Humana, también hay varios contenedores de Wippy en la ciudad. Por otro lado, otras organizaciones como Cáritas, el Banco de alimentos o Remar también recogen ropa.
En el primer semestre de 2019, Humana recogió 59 toneladas de ropa en la provincia de Lugo, 47,8 de ellas en la ciudad
En el caso de Remar, además de aceptar donaciones, también recogen la ropa a domicilio. Posteriormente, hacen una selección y una parte de ella se destina a la venta de segunda mano y la otra es regalada a familias con pocos recursos económicos.
Algunas tiendas han puesto en marcha también un servicio de recogida de ropa y cada vez que llevas una bolsa te dan un vale de descuento para futuras compras.
En la tienda Gero Sonajero venden ropa de segunda mano para niños, sin embargo, la ropa tiene que pasar una exhaustiva selección. Para poder ser puesta a la venta, la ropa ha de estar en muy buen estado y no puede ser demasiado antigua. Esta tienda divide los beneficios generados por cada prenda: un 50 % para la persona que donó la prenda y la otra mitad para la empresa.
A todas estas alternativas, se tienen que sumar la aparición de múltiples plataformas en los últimos años como Viboo, Chicfy, Vinted, Percentil o Wallapop, donde se puede vender ropa de forma sencilla. Para poder vender, solo es necesario crearse un perfil en alguna de estas apps, escoger lo que se quiere vender, hacerle fotos y ponerle precio. Los compradores interesados se pondrán en contacto con el vendedor para gestionar el envío o la entrega en caso de ser personas de una misma ciudad.
Hay, por tanto, una gran variedad de opciones para evitar que la ropa que aún sirve termine en el contenedor. O lo que es peor, en los vertederos de Muxa.
Ropa en mal estado
Un 37 % se vende a empresas de reciclaje textil para que elaboren otros productos.
Otros residuos
El 11 % restante se divide entre un 2 % de recursos impropios (cartones y plásticos) y un 9 % que no se puede reciclar y que se envía un centro de reciclado de residuos.
