El lunes por la mañana dicha unidad de Medicina Interna aún acogía a una decena de pacientes, aunque estaba previsto que esas 32 camas cerraran en la tarde o noche de ayer o a lo largo del día de hoy.
El mismo día, CIG-Saúde insistió en que el cierre estival de camas –una medida que se repite cada año en todos los hospitales porque se estima que, con las vacaciones del personal y la reducción de la actividad programada no son necesarias tantas– es un error y que lo demuestra el hecho de que, pese a haberlo intentado, fue del todo imposible dar el alta o buscar otra ubicación a esos pacientes.
Por otra parte, personal sanitario del centro aseguró que, aunque cada año puede resultar complicado realizar el cierre de las camas, la dificultad de este año se debe al inusual número de ingresos, mucho más elevado que en otras ocasiones. Además, se percibe un considerable retraso en algunas pruebas radiológicas, de ecografía o de ecocardiograma, que resultan imprescindibles para el diagnóstico y la prescripción del correcto tratamiento antes de proceder al alta.
Otra de las consecuencias de que empezara julio con tantos hospitalizados es que, tras el cierre de otras unidades, se dan muchos casos de los llamados ingresos ectópicos, los que están fuera del servicio que les corresponde.
Una planta de Medicina Interna del Hula sigue abierta por la alta cifra de ingresos
El elevado número de ingresos de las últimas semanas y el retraso en algunas pruebas diagnósticas hace que una unidad de Medicina Interna que tenía previsto su cierre para el pasado día 1 siga operativa
